Apostando al balance vital
Cuando pienso en mi infancia, pienso en las cosas sencillas de la vida, en despreocupación y diversión. Y exactamente eso es lo que quiero para mis hijos.
Por Lucía Domínguez Fotografías Federico Galbraith
Sabe que, si ella se siente bien, su familia estará mejor, por eso compagina su día a día entre un tiempo matutino a solas frente a una taza de café, un momento para reflexionar, sus rigurosos ejercicios y en la tarde su agenda dice en mayúscula cerrada y subrayado un solo compromiso: estar con sus dos hijos y su esposo.
Se nota que eres una persona que disfruta mucho de la familia, ¿contar cómo fue el hogar en el que te criaste?
El hogar en el que me crié estaba compuesto por mis papás y mis dos hermanas. Soy la menor.
Soy muy bendecida en haber crecido en un ambiente lleno de amor y unión familiar. Con el balance perfecto digo yo, jaja. La crianza un poco más estricta por parte de mi mamá y el alcahueteo por parte de mi papá. Pero el amor abundante por parte de ambos.
Mis hermanas son mis mejores amigas. Íbamos y vamos a todos lados juntas. No sabemos que es estar una sin la otra.
Mis amigas de toda la vida son también mi familia. Siguen siendo como otras hijas para mis papás y otras hermanas para mis hermanas (valga la redundancia jaja).
Para mí la familia y mis amigas cercanas son lo más importante en mi vida. Con eso, ¡ya lo tienes todo!
De tu infancia ¿qué consideras que es importante transmitirles a tus hijos?
Cuando pienso en mi infancia, pienso en las cosas sencillas de la vida, en despreocupación y diversión. Y exactamente eso es lo que quiero para mis hijos.
¡Que se diviertan haciendo lo que les gusta! Montando bicicleta, jugando con los primos, mucho tiempo al aire libre.
En mi caso, por alguna razón, tengo en mente cocinar galletitas y hacer tiendita en El Valle. Las cosas sencillas hacen los más valiosos core memories.
Y unas que otras travesuras inofensivas siempre son permitidas.
¿Cómo se siente ser la mamá de dos niños?
Ser la mamá de dos niños es el mejor regalo que la vida me ha podido dar.
No puedo mentir, no son ningunos angelitos, pero me gozo todas sus ocurrencias y me lleno de paciencia para enseñarles y corregirlos. Leon, con 5, y Rafael, con 2 años, son el perfecto y más divertido terremoto.
¿Cómo te los imaginas de grandes?
Es increíble que, aunque todavía estén chiquitos, ya tengan sus personalidades tan marcadas.
¡Leon tiene el corazón más grande del mundo! Siempre preocupado por los demás. Cuando ve a alguien triste, se vuelve su prioridad sacarle una sonrisa. Me lo imagino siempre rodeado de amigos y siendo muy familiar. Le encanta conversar con todo el mundo.
Aparte, seguro estará involucrado en algo que tenga que ver con deportes extremos. Tiene un don nato con la bicicleta y motos. Es su pasión.
Rafa es muy diferente a Leon. Un negociante profesional, desafiante y muy decidido con lo que quiere. Me lo imagino como un líder, porque, aunque sea de los primos pequeño, nadie se mete con él y lo siguen en lo que él diga, jaja. Rafa está lleno de amor, con esos ojitos va a conseguir lo que se proponga.
¿Cómo empezaste en el modelaje?
¡Ni sé realmente! Creo que desde chiquita siempre tuve una personalidad chispa. De chiquita, mi tía me llevó a un casting para un comercial y fue un desastre. Me porté tan mal y por esa misma razón me terminaron escogiendo, jaja. Salí en televisión y en vallas. Tenía como 5 ó 6 años.
Después, como a mis 13 ó 14 años cogí un curso de modelaje en Physical con mis amigas y así se dio todo.
Me empezaron a llamar para campañas, revistas y a mis papás no les gustaba para nada.
Ahora entiendo que era para protegerme.
¿Qué te gusta de esta profesión?
Generalmente esta profesión está rodeada de mentes artísticas y creativas y eso es lo que más me gusta de esto, conocer y conectar con personas muy cool.
¿Cómo incursionaste a las redes sociales? ¿Quiénes consideras que son tus mentoras en este campo?
Honestamente tampoco sé como se dio. Nunca fue mi propósito ser una figura pública (tampoco considero que lo soy). Comencé a compartir mi día a día y conectar natural y genuinamente con personas que se identifican conmigo. Poco a poco se fue creando una comunidad súper bonita a la que me encanta compartirle una parte de mi vida.
¿Mi mentora? Creo que han ido cambiando a través de los años, porque yo también he ido cambiando. No sé en quien pensar realmente, para mí lo más importante es ser genuino. No pretender ni imitar a nadie.
¿Cómo organizas tu tiempo entre la familia y tu profesión?
No cuento con un horario fijo de trabajo, así que tengo la libertad de organizarme y adaptar mis horarios a mis prioridades.
Siempre trato de organizar mi día de manera que tenga la tarde libre para estar con mis hijos y esposo.
¿Qué otras actividades te gustan hacer?
Siempre lo digo, HAPPY MOM = HAPPY HUSBAND, HAPPY KIDS!Y para eso es vital tener tiempo para mí misma.
Me enfoco mucho en mi salud física y mental, es por eso que un cafecito en las mañanas sola y hacer ejercicio es vital para mí, ja ja ja.
¿Qué destinos recomiendas para ir en familia y por qué?
Me he dado cuenta de que a los niños no les importa si los llevas de viaje, a la playa, a la montaña o donde sea, lo importante es el quality time que pasemos en familia. Donde sea, ellos se la gozan si estamos juntitos.
Si tuviera que recomendar un destino familiar, automáticamente pienso en el interior de nuestro país. Mucha naturaleza y aire libre para gozar, relajarnos y desconectarnos todos. Gozamos mucho El Valle. Siempre hay algo que hacer.
¿Hay algo que no publiques en redes y que te gustaría compartir con los lectores de AGENDA?
He aprendido y sigo aprendiendo con el pasar de los años que lo privado se mantiene privado. Y cada vez más trato de mantener más cosas en privado.
Hay mucha gente que te quiere y desea lo mejor, pero así mismo existe la envidia y las personas que no les gusta verte feliz. Esa es la realidad.