Emprender con fuerza femenina

 

Con una tentadora pregunta – ¿Quieres crear tu propio imperio? – E! Entertainment anuncia su primer podcast titulado “Emprender en femenino”, que ya está disponible en Spotify y es un espacio de empoderamiento femenino, igualdad e inclusión que tiene como fin enaltecer la voz de mujeres líderes, celebridades y expertas, quienes abordan los retos a los que se enfrentan las mujeres que quieren emprender en Latinoamérica.

En su primera temporada, este podcast tendrá 13 episodios en los que se escucharán las voces de emprendedoras que ayudarán a entender, imaginar y proponer soluciones sobre este tema a la audiencia interesada en hacer negocios con una perspectiva femenina.
Con esta plataforma, E! Entertainment desea ofrecer las herramientas necesarias para que las mujeres puedan establecer su propio negocio y realizar su sueño de ser su propia jefa.

“Emprender en femenino” es conducido por la productora y actriz Erika de la Vega (Ojos de mujer, Latin American Idol, Toy Story 3), una emprendedora dentro de la industria del entretenimiento.

Por toda tu trayectoria como emprendedora eres es la persona ideal para hablarle a otra que tenga esta visión, ¿cómo describes tu estilo de emprendimiento?
Estar en estas conversaciones es maravilloso porque hago mis propias preguntas, estoy en primera línea aprendiendo y sigo siendo canal de información para otras mujeres.

Como emprendedora me va muy bien en la parte creativa, en la parte de las ideas, de impulsar, de echarlo adelante, pero tengo muy claro cuáles son mis debilidades y fortalezas, por eso me uno a gente que pueda llevar a cabo las cosas que yo no puedo. Además, ser realista, porque con mis debilidades necesito que alguien impulse las ideas qué se me ocurren. Tú sabes que puedes tener muchas ideas, pero si no tienes el equipo para llevarlo a cabo, todo se queda en ideas.

Siento que el reto de un emprendedor es que necesita saber un poco de todo y quizás lo que sucede es que el día día y la operatividad no te de tiempo de separarte del proyecto para ver más allá y seguir guiando el emprendimiento al futuro que quieres.
Y segundo, me he ocupado mucho de que las personas que estén trabajando conmigo tienen que vibrar con el proyecto, tienen que sentirlo, creerlo útil, que les parezca divertido, esa energía la necesitamos para echar las cosas a andar, no necesitamos a gente que no entienda.

¿Qué consejo le darías a una Erika de La Vega que iniciaba su carrera en la radio?
Que aprovechara más el tiempo. Antes sentía que, aunque tenía mil actividades, tenía tiempo para seguir aprendiendo. Tengo un tema con el tiempo, creo que me he concentrado siempre en aprovecharlo, en sacarle el jugo y no perder tiempo.
Siempre pensaba que estaba llegando tarde, no literalmente, sino tarde al momento, que necesitaba apurarme y después me di cuenta de que no necesitaba estar tan apurada, sino que necesitaba tiempo para que los proyectos tuvieran tiempo de desarrollo y su propio proceso.

Fui empleada mucho tiempo en los medios de comunicación y me dejaban ser y mis ideas las ponían en un programa de radio y me dejaban hacerlo realidad. Fue maravilloso, pero después de ser emprendedora, de tener tus propios espacios publicitarios, de ser la que tiene el concepto del programa de televisión, yo me diría otras cosas y, pensando en la mayoría de las mujeres, les diría que empiecen su emprendimiento, que lleven acabo su idea, no importa si las condiciones están dadas para hacerlo, empezar chiquito.

Sé que a veces tenemos sueños muy grandes y queremos llegar a Marte si podemos, pero hay que empezar por algún lugar y quizás esos sueños de grandeza vienen después. No podemos esperar a que todo esté perfecto para emprender, hay que darle y meterle el pecho, quitarnos los miedos.

Muchas veces esperar es más una excusa que querer hacer las cosas perfectas, porque en realidad necesitamos cometer errores para ver qué es lo que funciona, si seguimos esperando cuál es el momento perfecto estás perdiendo tiempo.

Lo segundo que me diría es estar abierta el cambio porque la vida va cambiando, los tiempos van cambiando, las necesidades de los usuarios o consumidores también van cambiando, y creo que tenemos que estar abiertos a eso.

Nos han enseñado que el cambio puede ser fracaso, estás cambiando porque no te fue bien, estás reinventando porque no te fue bien… no precisamente. Estoy cambiando porque me estoy adaptando, porque quiero cambiar de propósito, porque quiero llegar a otro lado, así que tenemos que abrazar esa palabra: “cambio”, hacernos amigos de los procesos, de la reinvención, porque nosotros como personas lo necesitamos y nuestros proyectos también, tenemos que tener la mente abierta para los cambios que van a hacer que nuestros emprendimientos sigan vivos.

Mencionaste la palabra fracaso, inherente a todo proceso emprendedor, ¿cómo has manejado estos momentos bajos?
Mientras estás haciendo, trabajando, llamarlo fracaso es muy duro. Creo que son aprendizajes, mirar que esto no está funcionando, hay que meterle más corazón a esto, o estoy dejando esto pasar y no le estoy poniendo atención.

A los fracasos me gusta verlos como aprendizajes. En los momentos de emergencia, al no saber qué hacer, son perfectos para poner en práctica lo que vamos aprendiendo, porque también tenemos mucha teoría aprendiendo, pero cuando nos viene la hora de la “chiquita” es cuando tenemos que poner en práctica lo aprendido.

Creo que cuando viene el imprevisto, la caída y los números no son lo que tú querías, con la acción hay que dar el ejemplo de qué estamos aprendiendo y nos adaptamos a los cambios y tenemos la disposición de seguir aprendiendo. Me gusta verlo de esa manera, me gusta agradecerlo, no cuando estoy en el medio del huracán, pero cuando salgo de eso, de verlo desde la distancia y decir qué bueno que me pasó esto, porque entonces no hubiéramos llegado a una solución.

A la hora de defender tus ideas para buscar financiamiento es importante contar nuestros momentos bajos porque esto quiere decir que nos levantamos y lo volvimos a intentar y tenemos la disposición de levantarnos y seguir hacia delante.