Esta temporada, Julien Dossena traslada su visión de Paco Rabanne a una vasta superficie de color bloqueado con vistas al mar Mediterráneo. Aquí, en lo alto del Centro de Congresos de Mónaco, el Hexa Grace de Victor Vasarely se convierte en el escenario de una colección que irradia una intensa sensualidad.
Una dualidad de precisión y facilidad se extiende por toda la colección, con piezas dinámicas y relucientes diseñadas como declaraciones generales. Los materiales y patrones están coordinados, maximizando el impacto y minimizando la excentricidad. Las siluetas alargadas revelan el cuerpo sin esfuerzo: vestidos, chalecos largos, túnicas y blusas y faldas fruncidas se combinan con pantalones sarouel, pantalones acampanados fluidos o pantalones con dobladillo.
Desde sombreros hasta calzado, las piezas capturan innumerables facetas del verano. Los sombreros de pescador y los gorros estampados enfatizan actitud relajada. El zapato de Paco Rabanne regresa esta temporada con una nueva forma aerodinámica, mientras que las sandalias de plataforma trazan la pierna con cordones entrecruzados, otra expresión gráfica más.