La fábrica ubicada en las afueras de Charleston, Carolina del Sur, ha comenzado a construir el nuevo SUV eléctrico insignia de la marca, y las primeras entregas a clientes están programadas para la segunda mitad de este año.
El EX90 no solo amplía el portafolio de automóviles completamente eléctricos de Volvo, sino que también representa un cambio para la compañía, ya que es el primer automóvil de Volvo impulsado por tecnología de cómputo central, una tecnología que habilita una nueva era de seguridad para los automóviles.
“El Volvo EX90 completamente eléctrico marca el comienzo de una nueva era para Volvo Cars; una nueva era para la seguridad, la sostenibilidad y la tecnología centrada en las personas. El EX90 se fabrica con orgullo en Estados Unidos y refleja el compromiso a largo plazo de Volvo con el personal en Carolina del Sur y el mercado estadounidense en general.”, comentó Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo.
La primera planta de fabricación de Volvo Cars en Estados Unidos se inauguró en el verano de 2018, justo a las afueras de Charleston, una de las ciudades más antiguas y con más historia del país. Hoy en día, la planta de Charleston produce el EX90 y el sedán S60, y tiene capacidad para construir hasta 150,000 automóviles por año.
En los últimos años, Volvo ha realizado inversiones extensivas en la instalación. El taller de carrocería y la planta de pintura se han renovado y ampliado significativamente, mientras que la planta ahora también cuenta con una línea de producción de baterías de última generación.
El EX90 se basa en la tecnología VE de próxima generación, nacida eléctrica, con un alcance completamente eléctrico de hasta 600 km. El EX90 está diseñado para ser el automóvil Volvo más seguro hasta la fecha, impulsado por tecnología de seguridad pasiva y activa de próxima generación y software informado por un amplio conjunto de sensores.
Por su configuración de siete asientos, es un compañero perfecto para toda la familia, lleno de espacio, versatilidad y comodidad.