¡Vencedora!

 

En resumen, mantener una actitud positiva no es ignorar la realidad, sino abrazarla con valentía y determinación; brinda una perspectiva de esperanza, resistencia y capacidad de adaptación, que son esenciales para atravesar el cáncer de la mejor manera posible.

 

Por Lucía Domínguez Fotografías Federico Galbraith

 

Es uno de esos rostros de la televisión panameña que asociamos con alegría, con una sonrisa indestructible, radiante, y un tono de voz cariñoso, amable. Es simpática y carismática.

Primero fue Miss Panamá, luego pasó a la televisión para ser presentadora de programas matutinos como “Tremenda mañana” y “Entérate”.
En 2019 fue diagnosticada con cáncer y logró vencerlo, un trance que ha sido toda una experiencia que le ha dejado lecciones de superación, de amor y de plenitud.

 

 

Te apasiona la proyección personal y algunas personas no son conscientes de todo lo que comunicamos con nuestra imagen?
Ciertamente, la proyección personal me apasiona. Cada gesto, la forma de caminar, la elección de nuestro estilo habla por nosotros antes de que pronunciemos una sola palabra. Es como un lenguaje silencioso que revela nuestra confianza, autenticidad y respeto por nosotros mismos. Aquellas personas que piensan que la proyección personal es solo para personas que desean ser modelos o reinas de belleza no están en lo correcto porque la proyección personal es para todos un reflejo de nuestra esencia, una manifestación de nuestra historia. Y es importante que dejemos que nuestro carácter brille a través de nuestro estilo y postura. Después de todo, el mundo es nuestro escenario y nuestro estilo debe ser nuestra carta de presentación sin firma.

 

Aunque valoras la imagen, cuando te escuchamos sabemos que también eres una persona con una rica vida espiritual. ¿Qué papel juega tu vida interior para tus decisiones y demás?
Sí, hay veces en que me pregunto por qué la vida siempre me lleva a trabajar en imagen y créeme que tuve que hacer las paces con esto porque hubo un buen tiempo de mi vida en que me renegaba y me cuestionaba porque no nací con otros talentos como ser abogada, doctora, científica, sin embargo, muchas de mis alumnas son mujeres brillantes con ese nivel académico y son mis alumnas en proyección personal y con esto aprendí a apreciar que todas podemos ser reinas de nuestra historia, sin importar la profesión.

Mi vida interior es como el motor que me impulsa hacia adelante. Es donde encuentro mis pasiones, mis valores y esa fortaleza que me permite tomar decisiones audaces y auténticas. Escucho esa vocecita sabia que me dice: “¡Vamos, por ello!”. Es mi motor de arranque, la energía que me mantiene en movimiento y en constante evolución. Y luego, cuando salgo al mundo, intento hacerlo con un brillo que refleje mis valores. Es como mostrar mi mejor versión, la versión más vibrante y auténtica de mí misma. ¡Así que sí, mi vida interior es realmente muy importante porque me enseñó a valorar mis talentos y ponerlos a disposición de otros!

 

 

 

Trabajaste muchos años en la televisión, frente y detrás de cámaras, y sigues en la televisión, estás en La Máscara, ¿cómo es tu relación con este medio? ¿Qué te ha enseñado? ¿Qué experiencias has vivido como parte de la televisión?
He tenido el privilegio de trabajar en televisión tanto delante como detrás de cámaras durante muchos años. En mi actual participación en el programa de TV “La Máscara”, experimenté emociones intensas y fue un desafío emocionante y divertido.
Mi relación con este medio es compleja y enriquecedora. La televisión tiene un poder único para llegar a las personas y contar historias que resuenen en sus vidas. Me ha enseñado sobre la importancia de la autenticidad y la conexión genuina con el público. Cada vez que estoy frente a la cámara sé que tengo la oportunidad de impactar vidas y transmitir mensajes significativos.

 

 

He vivido experiencias inolvidables en televisión. Desde la adrenalina de estar en un set en vivo hasta la colaboración creativa detrás de escena para hacer que cada episodio sea especial. También he enfrentado desafíos y momentos de superación personal, recordándome constantemente la importancia de la resiliencia y la determinación.

“La Máscara” fue un viaje único y muy gratificante ver cómo la magia de la televisión puede unir a las personas en torno a la diversión, la música y el misterio. Y me encantó darme cuenta de que no hay máscara que pueda esconder tu esencia.

Desde tu Academia Auténtica brindan talleres a chicas adolescentes (Párate bonito), ¿cómo es trabajar con estas jóvenes? ¿qué les enseñas y qué aprendes tú de ellas?
No solo trabajamos con adolescentes también trabajamos con mujeres de todas las edades, sobre todo profesionales que quieren aprender a pararse bonito en su imagen ante la vida, y muchas mujeres van en compañía de sus hijas. y esto es valiosísimo porque se convierte en una experiencia enriquecedora y emocionante de tiempo especial madre e hija. Es un espacio donde florece la autenticidad y se cultiva la confianza en sí mismas.

 

 

 

Les brindamos enseñanzas que van desde la elección de los colores, hasta la etiqueta social, pasando por el estilo personal y el caminar elegante, que va más allá del simple modelaje. Es aprender a caminar con seguridad ante la vida, proyectando esa confianza en cada paso que dan. También les enseñamos maquillaje y peinados simples para resaltar su belleza cotidiana, mostrándoles que pueden sentirse hermosas en cualquier situación, incluso para una salida al supermercado. Además, las clases incluyen el arte de hablar en público, ayudándolas a superar el miedo y a expresarse con soltura ante cualquier audiencia. Utilizamos técnicas gestuales y verbales para transmitir su mensaje de manera impactante y auténtica.

Lo que más me llena de gratitud y alegría es verlas crecer de adentro hacia afuera, descubriendo su potencial y desplegando su verdadera esencia. No importa la edad, desde las adolescentes hasta las mujeres más maduras, todas encuentran un espacio seguro donde pueden explorar, aprender y crecer juntas. Es maravilloso contar con la participación de madres e hijas creando conexiones y fortaleciendo vínculos en este viaje hacia la autenticidad y el crecimiento femenino. El hecho de que no quieran irse de las clases muestra lo valioso que es este tiempo para ellas. Es un honor ser parte de su camino hacia la confianza y la belleza interior y exterior.

Cuando fuiste diagnosticada con cáncer tus hijos estaban pequeños y fue una experiencia que los habrá marcado a todos como familia. Cuando ven hoy hacia atrás, las lecciones que les dejó la enfermedad ¿cómo lo reflexionan? ¿conversan de eso? ¿de qué manera?
Cuando fui diagnosticada con cáncer de mama, mis hijos tenían 4 y 7 años, y sin duda fue una experiencia que marcó a toda nuestra familia. Mirando hacia atrás, reflexionamos sobre las lecciones que la enfermedad nos dejó y cómo ha fortalecido nuestro vínculo familiar.

Aunque es cierto que no hay palabras que puedan evitar el dolor que esta situación trajo, vivirlo juntos y desde un enfoque optimista fue clave para que todos entráramos en el circuito de la sanación. El cáncer es una batalla que no solo enfrenta el paciente, sino toda la familia. Nos dimos cuenta de que no todos estábamos completamente preparados para lidiar con este proceso, pero decidimos abordarlo un día a la vez.

Mis hijos se convirtieron en mi principal propósito de vida durante ese tiempo. Jamás pasó por mi mente dejarlos solos tan pequeños, así que me enfoqué en sanarme, porque tomé la decisión de ayudarlos a crecer con virtud y gracia.

Mantener un buen sentido del humor y vivir cada etapa un día a la vez nos ayudó a todos a que este proceso fuera mucho más llevadero. Además, el apoyo invaluable de mi madre, mi hermana, mi nana, mi esposo e incluso mis vecinos y amigos. Todos ellos se unieron para ayudarme en todo lo que no podía hacer por mí misma. Juntos salimos adelante y nuestro lema fue “Un día a la vez”.

Lo habrás dicho muchas veces, pero nunca es suficiente ¿por qué es tan importante mantener una buena actitud frente al cáncer?
Mantener una buena actitud frente al cáncer es fundamental porque puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida y el proceso de recuperación. Una actitud positiva no significa negar la gravedad de la enfermedad o el impacto que tiene en la vida, sino afrontarla con determinación, esperanza y optimismo.

Una actitud positiva ayuda a mantener la calma, la resiliencia y a encontrar soluciones donde pareciera que no las hay.

En resumen, mantener una actitud positiva no es ignorar la realidad, sino abrazarla con valentía y determinación. Brinda una perspectiva de esperanza, resistencia y capacidad de adaptación, que son esenciales para atravesar el cáncer de la mejor manera posible. Siempre he dicho que el cáncer es alérgico a la buena actitud. Y hoy por hoy este pensamiento me funciona para todo.

Con el ánimo de poder ayudar a otras personas, ¿cuáles son esos consejos prácticos (cremas, pelucas, turbantes, etc.) que le puedes dar a una mujer que atraviesa por un proceso de cáncer?
Por supuesto que sí ayuda verse y sentirse bonita cuando estás pasando por un proceso de cáncer. Yo recomiendo las cremas para la piel sensible: lociones suaves y sin fragancias para ayudar a mantener la piel hidratada y aliviar la irritación que puede causar el tratamiento.

También pelucas, gorros, turbantes y pañuelos: sugiero explorar opciones de pelucas o gorros para cubrir la pérdida de cabello. Además, en ocasiones necesitas cubrir el cuero cabelludo porque la cabeza se pone fría luego de perder el cabello. Los gorritos me encantaron, tanto así que hice una colección de gorritos llamada ‘Un día a la vez’, que se vendió muy bien.

También se puede optar por pelucas que sean similares al estilo y color de cabello original o experimentar con nuevos estilos. Que fue lo que hice yo y esto hasta me pareció divertido porque podía usar pelucas y guardarlas en mi cartera si llovía y usar pañoletas o gorritos, esto me permitió variar mi apariencia en diferentes ocasiones.

¿Fuiste modelo, Miss Panamá, presentadora de televisión, es decir, siempre has mantenido una imagen espectacular, cuando empezaste a tener los síntomas secundarios del tratamiento, en qué lugar queda la vanidad femenina? ¿cómo fue esto para ti?
Recuerdo perfecto que le pregunté varias veces al doctor si de verdad se me iba a caer el cabello y él me respondió que sí pero que estaría viva. Y para ese tiempo yo animaba mucho a las mujeres a ser auténticas y me tocó usar esos consejos que tanto daba y pararme bonito enfrentando los síntomas secundarios del tratamiento del cáncer con toda la autenticidad posible. Ver mi apariencia física cambiar al principio no fue fácil, lloré mi cabello, mis cejas, mis pestañas, mis uñas, mi piel marchita y verme hinchada.

 

 

La vanidad femenina era parte natural de mi identidad, sin embargo, gracias al cáncer pude darme cuenta de que yo seguía siendo reina porque, aunque se me cayó el cabello, nunca se me cayó la corona. Y encontré formas de mantener mi sentido de identidad y feminidad durante el tratamiento a través de la moda, del maquillaje, de los pañuelos elegantes, accesorios y otros métodos creativos. Ahora que miro para atrás, reconozco que es importante abordar estos desafíos de manera compasiva porque siempre he dicho que la belleza va más allá de la apariencia física. La verdadera belleza reside en la fuerza, la resiliencia, la determinación y la positividad que una mujer demuestra mientras atraviesa momentos difíciles.

¿Actualmente cómo te mantienes saludable? ¿De qué manera cambió tu estilo de vida?
La salud es un tesoro preciado que merece nuestro mayor cuidado y atención. La lucha contra el cáncer de mama me ha enseñado la importancia de vivir de forma equilibrada y consciente. Encontré actividades físicas que antes no hacía mucho, como caminar al aire libre. El movimiento no solo fortalece tu cuerpo, también libera endorfinas y energiza tu espíritu.
También aprendí que la mente serena hace que mi cuerpo se sienta en bienestar, así que escojo mis batallas. Ahora me establezco metas realistas. Cada día es un regalo, así que vivo más en presente. Y si antes me reía, ahora lo hago más porque salud, etimológicamente significa ‘saber sentir alegría’.

¿Estás involucrada en alguna campaña de prevención este octubre?
Estoy apoyando a FundaAyuda con enseñar a hacerse el auto examen y también estoy ofreciendo muchas charlas y conferencias para incentivar la detección temprana.