El verdadero lujo está en la experiencia que tenemos con las cosas o, mejor dicho, con los objetos. Utilizando este concepto básico, Chanel ha creado una colección de edición limitada denominada Chanel Factory 5 en la que esta fragancia icónica se ha reinventado de una manera asombrosa.
Para celebrar el centenario de este simbólico aroma, el N°5, La Maison descubre para el público el sitio de producción de esta bella colección compuesta por 17 objetos cotidianos. Encontramos un aceite corporal en bureta (¿recuerdan los laboratorios de ciencia en la escuela?) o pastillas de baño en una lata de té. La utilización de objetos cotidianos es una manera de acercar al consumidor al complejo proceso de producción de estas fórmulas.
La marca nos propone volver al primer envase del N°5, que era una simple botella de laboratorio, un objeto funcional que alcanzó una categoría de lujo y que ha marcado épocas.
Sin duda esta primera botella sigue presente y demuestra que, aunque hayan pasado cien años desde su lanzamiento, la juventud es ante todo un estado de ánimo.
Con esta nueva presentación la marca mira, como siempre, al futuro. Son creativos y osados. Le hacen un guiño al Pop Art, que transformó objetos cotidianos en obras de arte.
Para que la experiencia sea completa, Chanel ofrece un espacio inmersivo. En una planta de producción con un diseño ultramoderno, el visitante puede apreciar el producto a través las distintas estaciones de trabajo de la línea de producción hasta culminar con una visita a la tienda de la fábrica donde verán divertidas demostraciones.
Estos pop-ups, imaginados como parques temáticos dedicados al N°5, sumergen a las personas en un mundo que mezcla la identidad en blanco y negro del N°5 y los colores brillantes de cultura pop.
También hay disponible una versión digital para aquellos que deseen ver Chanel Factory 5 sin tener que ir al pop-up.
Esta escenografía industrial se podrá ver en París, Londres, Monterrey (México), Chengdu (China continental), Taipéi (Región de Taiwán), Singapur, RAE de Hong Kong, Seúl y Kioto.
La idea detrás de Chanel Factory 5 es conciliar mundos: el de la fábrica de bienes de consumo y los códigos de una Casa de Lujo y su perfume más representativo.