“El sol, la arquitectura, la música y la danza: Marsella también tiene un sentimiento de libertad muy fuerte. Me inspiré en los códigos del estilo de vida, de la vida cotidiana y de todo lo que invita al movimiento. El mar y el viento me dieron ganas de jugar con trajes de neopreno”, explica Virginie Viard.
Viard lleva su Colección Cruise a una aventura en las profundidades marinas: bordados que incluyen pececitos enamorados, redes de pesca, conchas y mariscos adornan vestidos, chaquetas de traje, chalecos, blusas de faya, camisetas y pequeños chalecos.
Mientras tanto, de vuelta a la superficie, los reflejos plateados del sol, las ondas y ondulaciones de líneas y formas traen recuerdos de los meses de verano pasados junto a la piscina. Aparecen en jerseys de aspecto neopreno, tweeds y chaquetas de lentejuelas, mientras que otros retoman los colores, los motivos de cuadrícula o las formas geométricas de las fachadas de los hábitats circundantes, para vestidos largos, túnicas e incluso bolsillos bordados.
Además de la capucha y los botones automáticos, la Colección retoma los rasgos clásicos de la sudadera y propone su propia versión en gasa con estampado de peces. Su bolsillo canguro destaca en un vestido de cuadros sin mangas con capucha y un vestido tubo. Bermudas para correr adornadas con trenzas bordadas, pantalones cortos de ciclismo de tweed y chaquetas extragrandes completan una colección que abraza la dinámica del movimiento.
El mismo viento de libertad sopla sobre una falda blanca con volantes y un vestido tubo con bordados florales.