La mascarilla que utilicemos debe cumplir con el propósito real y fundamental: protegernos y proteger a los demás. Es decir, lo primordial es asegurarnos de que cumpla con los estándares sanitarios necesiarios.
Una vez verificado esto, entonces podemos entrar a considerar si vale la pena invertir es mascarillas de telas o si es mejor utilizar las desechables.
Lo cierto es que las de telas se han convertido en un complemento de moda. La variedad que existe en el mercado es suficiente para satisfacer absolutamente todos los gustos. Lo cual es un indicativo de cómo florece la creatividad en medio de una crisis.
Vamos a sopesar las dos opciones. Por una parte las mascarillas desechables hay que cambiarlas a diario, a vecs hasta dos veces al día, lo que conlleva un gasto en el presupuesto mensual. Por el otro, también es importante la huella ecológica. Ya se ha visto que las mascarillas desechables han llegado hasta el mar, son un nuevo elemento – basura que está afectando la vida marina. Significa que con este nuevo producto de uso diario estamos aumentando la cantidad de basura.
Si elegimos usar mascarillas de tela, lo más importante es que cumplan su función de barrera. Recordemos que son para evitar contagios a través de la saliva, cuando estornudos o hablamos.
Otras consideraciones son la cantidad de lavadas que puedes darle antes de que pierda su condición protectora y a qué temperatura pueden ser estas lavadas. Para tener esta información clara debemos leer las etiquetas o preguntarle a quien las confeccionó, en caso de que sean artesanales. Algunas de estas mascarillas soportan de 30 a 40 ciclos de lavadas.
Debemos tomar en cuenta que algunas hay que plancharlas para activar su sistema de protección.
Otro aspecto es que, en algunos países se ha estipulado que las mascarillas son efectivas por cuatro horas. O sea, que en un día deberíamos utilizar dos.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomienda lavar las mascarillas en la lavadora, con el resto de la ropa y setear la temperatura del agua de acuerdo al tipo de tela de la mascarilla. Para secarla, si no es en la máquina, aconsejan que se cuelgue al aire, preferiblemente al sol.
El Johns Hopkins también señala que se pueden lavar en la lavadora con el resto de la ropa y recomienda que, si usas secadora, utilizar la temperatura más alta.
Si tienes piel sensible, puedes considerar utilizar un detergente sin olor o antialérgico.
Si deseas lavar la mascarilla a mano, puedes hacerlo con agua tibia y jabón. Restriega la mascarilla por al menos 20 segundos y ponla a secar.
Hay que recordar que se debe guardar en un lugar limpio y seco.