World Class me ha ofrecido una plataforma única donde he podido destacarme y ahora espero inspirar a más mujeres a unirse y triunfar en este espacio creativo.

 

 

Por Ana López  Fotos cortesía DIAGEO

 

En un mundo tradicionalmente de hombres, Yaremi Greig triunfa: es la bartender del año, un título obtenido en la World Class Panamá, una competencia en la que se dan a conocer las más innovadoras tendencias en mixología.

¿Cuéntanos sobre tus inicios en la mixología?

Inicié en el restaurante Caliope, donde sigo siendo orgullosamente parte del equipo, y quien me brindó una oportunidad de crecimiento profesional en 2017 ofreciéndome conocimientos básicos de atención al cliente en el rubro de alimentos y bebidas.

¿Cómo te sientes al ser la primera mujer en lograr este premio?

Ganar en World Class no solo es un logro personal, sino que simboliza un avance para todas las mujeres en la industria de la mixología. Es un testimonio de que, con determinación y habilidad, podemos superar cualquier barrera de género y destacar en campos dominados tradicionalmente por hombres. World Class me ha ofrecido una plataforma única donde he podido destacarme y ahora espero inspirar a más mujeres a unirse y triunfar en este espacio creativo.

¿De qué manera te preparaste para esta competencia?

Como entrenamiento diario incluí pilares y dedicar tiempo para la teoría, el entrenamiento físico de técnica, el paso a paso de la presentación que quería transmitir en cada reto; y de los pilares, incluí mucho la parte profesional, buena alimentación física, práctica del mindfulness que generara paz e inteligencia emocional, así mismo como también el descanso necesario. Durante el camino en la competencia, World Class lo recomiendo a todos los profesionales de la coctelería y a quienes aspiran a profundizar seriamente en este arte, porque es una plataforma sin igual. Ofrece una combinación perfecta de entrenamiento práctico intensivo, fundamentos teóricos rigurosos, y oportunidades de crecimiento académico.

¿Qué rol juega la creatividad en esta competencia?

Es realmente importante, ya que se convierte en un arte con las bebidas, y no solo inicia por el sentido del gusto, sino utilizando todos los sentidos para crear una experiencia durante todo el disfrute de la bebida, desde la vista, tacto, olfato, gusto y ¿por qué no? También el auditivo.

 

Además del tema coctelero, ¿qué otras experiencias viviste en la World Class Competition?

Participar en World Class no solo eleva tus habilidades técnicas y creativas, sino que también amplía tu red profesional y te expone a un reconocimiento global dentro de la industria. Además, es un espacio donde la excelencia y la innovación son constantemente alentadas y donde personas de todo el mundo pueden compartir y aprender juntas, reforzando un entorno inclusivo y de apoyo para todos los participantes.

¿Cuál fue tu mayor reto durante la competencia?

Competir en World Class ha sido una experiencia profundamente enriquecedora y transformadora. El desafío más grande fue definitivamente entender y proyectar la idea principal de cada reto para llevarla más allá de las expectativas de los jurados, llevando una visión de idea, de la imaginación, a la realidad y gozarla de forma tangible. Esto me empujó a empeñarme al máximo y a llevar mis habilidades al límite.

Le ganaste a 39 bartenders de Panamá, cuéntanos

¿qué pudiste aprender de los colegas?

La presión de competir al lado de algunos de los mejores bartenders del país es un honor y reto. World Class siempre ha impulsado la comunidad de bartenders, tanto por la competencia como por las clases educativas, así que genera un acercamiento a compartir y escuchar ideas de los colegas, con quienes a veces coincidimos y/o aprendemos, con profesionalismo y respeto.

En base a tu experiencia ¿cómo catalogas el nivel de la mixología en Panamá?

Doy fe de que en Panamá existe mucho talento local, muchos colegas con ideas y criterios que impulsan a otros a ser mejores cada día. Así que existe buen nivel de servicio en bebidas creando experiencias a nivel nacional. 

¿Cómo nació la Hoppy Margarita, tu cóctel ganador?

Mi principal inspiración o cuestionamiento fue ¿qué ingrediente (que sea solo uno) puede darnos perfiles cítricos, dulces y herbáceos? Y es allí donde imaginé utilizar los ‘hops’, ya que al igual que el café y el vino los lúpulos tienen distintas propiedades organolépticas. Cuando diseñé la Hoppy Margarita no solo estaba haciendo un cóctel, estaba poniendo todo mi corazón y mi creatividad en cada detalle. En resumen, ha sido un viaje de crecimiento personal y profesional que ha fortalecido mi pasión por la mixología.

¿Qué les dices a otras chicas que están en el mundo de la mixología?

El mejor consejo que puedo dar es comprometerse plenamente con la educación y práctica en la mixología, y buscar siempre formas de desafiarse a sí mismas. La industria está evolucionando constantemente y mantenerse al día con las nuevas técnicas y tendencias es crucial. Participar en competencias como World Class no solo mejora tus habilidades, sino que también abre puertas y te conecta con una comunidad global de mixólogos.

¿Hay algún bartender (hombre o mujer) a quien admires?

Jaja, existen varios que podría mencionar, empezando por las damas, Bannie Kang es una CRACK, amé su completo performance al ganar en el año 2019 la competencia mundial de World Class; Aashie Bhatnagar, por su carisma y perfomance; Luca Cinalli, por su innovación; David Ríos, porque tiene muuucha técnica; Michito Kaneko por su gran disciplina; Chloe Merz, por su diseño de coctelería, tanto redes como el diseño de bebidas; Simone Caporale, técnica y performance, jaja serían vaaarios que no terminaría de mencionar.

 

En tus declaraciones afirmas que “el conocimiento es poder” ¿de qué manera pones esto en práctica? En una entrevista anterior me comentaste que compras muchos libros.

100%, ya que creas criterio y base a la profesión. 

Sobre los libros, podría mencionarte varios, empezando por Manual del Barman, de Antonio Fernández; Liquid Intelligence y The craft of cocktail, ambos de Dave Arnold; Cocktail Codex, entre otros.

¿Qué cualidades crees que debe tener un buen bartender?

Una personalidad muy formada, desde el lenguaje corporal, crear sensibilidad, tanto en dirección hacia la empatía como la sensibilidad para grabarnos en la memoria sensorial nuevos aromas y sabores para las combinaciones, llevarlas a un arte tangible, tener ganas de aprender siempre, disciplina y criterio propio.

¿Qué expectativas tienes de la competencia final en Shanghái, China?

Estoy emocionada por representar a Panamá en un escenario global y compartir mi pasión y creatividad con el mundo. Mi objetivo es aprender de otros talentos internacionales, mostrar el rico patrimonio culinario de Panamá a través de mis cócteles y, por supuesto, aspirar a traer el título mundial a casa.