¡Tranquila! Estamos aquí para decirte cómo atravesar la situación día tras día.

En estos momentos el mundo está dividido entre quienes salen de sus casas todos los días o de manera frecuente y entre quienes no salen de sus casas en absoluto o muy poco.

Es obvio que el encierro nos produzca mucha ansiedad, estrés y preocupación. Esto hace que la convivencia familiar se vea afectada. Es lógico: Si nos sentimos desesperanzados, los nervios estallan y nos descargamos con quienes nos rodean que son ¿adivina? Aquellos a quienes más queremos y nos quieren. Es decir, los hijos, la pareja, los padres y así, depende de cada situación.

Es cierto que el ser humano se adapta a todo. Llevamos cuatro meses o más encerrados y ya muchos han adquirido rutinas que los ayudan a sobrellevar la situación.

Pero estamos viviendo momentos sin precedentes para esta generación y por eso te queremos dar algunos consejos que ofrecen los especialistas para poder sortear el día a día en casa cuando estamos con niños. Ahí la situación es diferente, pero debemos aprovechar este tiempo a nuestro favor.

Equilibrar el trabajo con el cuidado de los niños, más las labores casera ¡NO ES FÁCIL! 

Lee la lista a continuación y responde si alguna de estas situaciones se te hace conocida:

Sientes una necesidad constante y compulsiva por consumir  información sobre lo que está pasando. Quiéres conocer las cifras del día, saber lo que hacen otros países, leer obituarios, estudios científicos, etc.

Te cuesta concentrarte o a veces te sientes incapaz de tomar decisiones, no importa si se trate de escoger entre comer pollo o pescado o de escoger entre comprar un seguro de vida o solo de hospitalización.

Te sientes abrumado con tantas tareas, irritable o ansioso.

Sientes que comes muy poco o demasiado y te cuesta conciliar el sueño.

Si tu respuesta es afirmativa a una o varias de estas circunstancias arriba mencionadas lo primero que debes hacer es ocuparte de ti misma y después pensar en los demás.

Criar a los hijos es todo un desafío. Y más ahora. Por eso, los psicólogos recomiendan que, primero, uno debe procurar sentirse bien (dentro de lo posible) para entonces poder hacer frente al cuidado de los hijos, de la pareja y de toda la familia. Es la única manera de lograr llevar el día a día de esta situación tan complicada.

¿Qué puedes hacer? 

  • Aceptar que necesitas ayuda. Ese es el primer paso. Reconocer que la situación es difícil y que TODOS en el mundo, de alguna u otra forma, están afectados por esta enfermedad, ya sea en lo mental, lo económico o físicamente. Es decir, no estamos solos. Tener claro que hay millones de historias dramáticas alrededor de la pandemia.
  • Trata de ser positivo, de tener esperanzas, de convercerte de que todo esto pasará y de que la situación mejorará. Pensar que vamos a salir con éxito, más fortalecidos y con una visión más clara del futuro.
  • Cuídate muho. Mantente saludable. Si se puede, comparte el cuidado de los niños con otras personas. Reserva un tiempo para trabajar, descansar, entrenar, relajarte y compartir con los demás. 
  • Establece una rutina que incluya prácticas de antes de la pandemia. Por ejemplo, si te dedicabas a alguna actividad espiritual, religiosa o cultural sigue haciéndola para lograr un poco de equilibrio.
  • Escribe en un papel un listado de tus fortalezas: todo lo bueno que tengas para ofrecer para que tu familia esté saludable. Evita el consumo excesivo de alcohol, los juegos de video o el consumo de drogas. Esto solo agravará la situación, son vías de escape que no resuelven nada. 

Ahora los niños, pensemos en ellos. ¿Cómo se deben estar sintiendo? De pronto la mayoría está feliz porque los papás están en casa. Pero también echarán de meno a sus amigos, a su maestra, salir a jugar, a pasear, en fin, su rutina, y esto les puede producir estrés y ansiedad.

Se les puede ver de pronto agresivos, demasiado activos, muy callados o tristes. Pueden sentir miedo, llorar y estar más apegados que nunca a sus padres. También se les puede ver afectado los patrones de sueño.

En la nueva rutina doméstica, a lo mejor los veremos que no quieren colaborar con las labores de la casa, no se sienten motivados a estudiar o pelean con sus hermanos.

Es el momento de ayudarlos ¿cómo?, aquí tienes algunas recomendaciones:

  • Hay que ser cariñosos con ellos. Expresar cuánto los queremos, abrazarlos y tomarlos de las manos. 
  • Cada vez que hagan una acción positiva felicítelo. Dígale que lo han hecho bien, que lo aplaude por lo que hizo.
  • Planifique actividades interesantes para mantenerlos ocupados: actividades artísticas, juegos de mesa o concursos familiares. 
  • Llénate de paciencia. Trata de no criticarlos por el cambio de comportamiento. No los regañes si se quejan porque están aburridos.
  • Hay que escucharlos y hablarles, de manera positiva, de la situación. Pregúntales cómo se sientes, hablen de sus sentimientos y de cómo afrontarlos.
  • Incentívelos para que jueguen, una actividad muy importante en esta etapa. 
  • Mantengan las rutinas: hora de estudiar, de descansar, para jugar, dormir, etc.
  • Llamen a los demás familiares por video llamadas para que se mantengan conectados.
  • Ayúdelos a mantenerse seguros en Internet.

¡Suerte!  Y recuerden, un día a la vez.