A final de año es normal sentir que estamos gastando más de lo debido. Una mayor cantidad de reuniones familiares, salidas con amigos y la compra de los regalos pueden llegar a encoger nuestro presupuesto y hacernos contraer nuevas deudas.
Si bien estas épocas requieren más de nuestro tiempo y dinero, existen maneras de priorizar ambas categorías, permitiéndonos disfrutar de manera plena estas festividades.
En esta edición de Cuentas Claras la asesora financiera Elizabeth Sánchez nos regala 4 consejos para controlar el gasto sin comprometer nuestro amor por las fiestas.
Presupuestos específicos. Para contrarrestar este fenómeno de gasto excesivo, es importante asignar un presupuesto a cada rubro de gasto adicional y enfocarse en las cosas que vamos a comprar y la frecuencia con la que vamos a salir, en vez de escribir un monto aproximado por semana. De esta manera obtenemos una mayor claridad de cuánto vamos a gastar. Por ejemplo, si queremos salir dos veces por semana y cada salida cuesta $15, tenemos que destinar $30 para ese rubro en específico.
Tiempo y dinero. Otra manera de poner el gasto en perspectiva es relacionarlo con el tiempo que nos toma generar ese dinero. Si al día ganamos $30 dólares y queremos comprar un nuevo teléfono de $1200 tendremos que trabajar 40 días solo para obtener este monto.
Prioriza lo verdaderamente importante. Es fundamental priorizar gastos para que podamos cubrir lo más importante. Es recomendable hacer una lista de gastos y categorizarlos del 1 al 3, de mayor a menor importancia. Una vez hecha esta distinción, aplicamos nuestros ingresos y cubrimos todos los gastos # 1, si nos sobra, pasamos a los #2 y #3, respectivamente.
Aprende a decir “no”. Finalmente, el consejo más práctico y sencillo es aprender a decir “no”. Muchas veces nos sentimos obligados a aceptar viajes, salidas de amigos, happy hours en la oficina y hasta invitaciones a fiestas de fin de año. Aquí es importante aprender a decir “no” y priorizar nuestro presupuesto y no el de alguien más. En esta instancia, hay otras frases que podemos decir en vez de “no tengo plata”. Podemos decir:
Tengo otros planes, mil gracias…
Estoy ahorrando para… (inserta aquí un sueño), así que esta vez paso…
¿Qué tal si hacemos algo diferente? (proponer un plan más barato o gratis)
Así cuidamos nuestras finanzas y seguimos celebrando el fin de año.