A pleno sol: Patrimonio, luz y memoria.
Las pinturas que conforman la primera muestra de Reinier Rodríguez han sido trabajadas “a pleno sol” entre 2023 y 2025 y pueden considerarse un documento histórico, porque muestran el estado de conservación en el que se encuentra este monumento y su contexto moderno.
Texto:Daniel Domínguez Z.
A Reinier Rodríguez lo define la arquitectura, su pasión por las artes plásticas y por el patrimonio histórico. A sus casi 56 años, Rodríguez ha demostrado que nunca es tarde para cumplir un sueño largamente postergado. Arquitecto, curador y gestor cultural, ahora se presenta también como artista plástico con “A pleno sol”, su primera exposición individual.
La muestra es un homenaje pictórico al conjunto monumental de Panamá Viejo, sitio histórico cuya relevancia, explica Rodríguez, va mucho más allá de su valor nacional. Fue en esta ciudad donde se consolidó uno de los primeros contactos sostenidos entre Europa y América, lo que la convierte en un punto de inflexión geográfico e histórico del continente.
Rodríguez no idealiza ni embellece: documenta. Las pinturas de A pleno sol retratan el estado actual de las ruinas y su convivencia —a veces armónica, a veces contrastante— con la arquitectura contemporánea que crece a su alrededor. Pintadas al natural, bajo el inclemente sol panameño, estas obras capturan no solo la luz sino también el olor, el sonido y el movimiento que rodean al monumento. “Se te activan todos los sentidos”, dice el artista. “Yo siento que todo eso entra en el cuadro”.
Impresionistas tropicales
El título de la exposición proviene precisamente de esa experiencia de pintar al aire libre, una práctica que remite a los impresionistas europeos pero que Rodríguez resignifica en clave tropical. Con pinceladas hechas a pleno sol, rodeado de amigos artistas como Alessandra Rosas, Karina Nicholson o Ernesto Córdoba, el artista compuso esta serie como un acto de memoria, tributo y observación viva del entorno.
Sobre la experiencia de pintar al aire libre en contraste con crear en un estudio o en interiores, Rodríguez marca la luz como un elemento que marca una clara diferencia: “Cuando estás pintando en un espacio al natural, la luz es mucho más agresiva y te permite ver los colores de una manera más correcta, diría yo. En el estudio, depende mucho del tipo de luz que estés utilizando. El estudio sí te da tranquilidad, pero por otro lado te acerca más al celular o a la interrupción”.
Aunque comenzó a gestarse en 2020, su primer proyecto pictórico tiene raíces más profundas. Desde sus años de formación universitaria, cuando, a falta de las herramientas tecnológicas de las que disponemos hoy, recorría y dibujaba a mano alzada el Casco Antiguo junto con sus profesores de arquitectura, Rodríguez sintió la necesidad de representar visualmente el patrimonio. Panamá Viejo quedó entonces como una cuenta pendiente, que décadas más tarde se salda con esta exposición trabajada en una libreta de arte, tal como lo hacían sus profesores de Arquitectura como Eduardo Tejeira Davis o Álvaro González Clark. “En aquella época, para los arquitectos era como un plus saber que éramos capaces de dibujar la realidad en las dimensiones con una buena perspectiva”, subraya el artista.
La muestra, además, tiene un componente social: parte de los fondos recaudados serán destinados al gimnasio Kiwanis del Chorrillo, reforzando la convicción del artista de que el arte también debe generar impacto en la comunidad.
Rodríguez no se considera autodidacta. Reconoce el aprendizaje colectivo como un pilar de su camino: la “tribu” de colegas artistas que lo apoyan con consejos técnicos, su curador Francisco Sousa —quien lo acompañó durante años de trabajo— y la disciplina férrea con la que equilibra sus múltiples roles. “Yo soy un curador muy reconocido pero un artista muy emergente”, bromea.
A pleno sol no es solo una exposición, es el testimonio de una vocación aplazada que finalmente encontró su lugar. Y también, una invitación: a mirar el patrimonio con otros ojos, a entender el arte como documento, a volver a soñar después de los 50.