Estamos en la mejor época en Panamá. Sin duda, la temporada seca, que por lo general se extiende de enero a abril, invita a que organicemos paseos a la playa, a la montaña, es decir, a disfrutar del aire libre.
La brisa es perfecta, puede que llueva algunos días, pero lo que prevalece es el sol. Y de esto es justamente de lo que debemos cuidarnos. Es cierto que disfrutar del aire libre nos regala libertad y es positivo para la salud porque hacemos actividad física, reducimos el estrés y nos ayuda a obtener vitamina D. Pero, no hay que olvidar de que siempre debemos protegernos de los rayos ultravioletas. Y cuando enfatizamos en la palabra siempre significa que todo el año debemos usar bloqueador solar, no solo en esta época. Incluso, aunque estemos protegidos, es recomendable evitar estar expuesto al sol por largos periodos de tiempo y menos en las horas más intensas de radiación, de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.
Ya sabemos que muchos chicos están de vacaciones y las familias aprovechan este tiempo para irse de paseo. Por eso, les compartimos estos datos sobre la protección solar:

La mayoría de los casos de cáncer de piel son provocados por la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV). Estos rayos provienen también de las camas bronceadoras y lámparas solares.

Hay que protegerse de los rayos UV incluso cuando no salimos de la casa, cuando el día está nublado o cuando está lloviendo (si vas a un destino donde haya nieve, ¡también!). No olvidar que estos rayos se reflejan desde superficies como el agua de la piscina, el cemento o la arena.

Protege la piel con filtro solar que contenga un factor de protección de 15 o superior. Debes aplicarte una capa gruesa en todas las áreas expuestas de la piel. Los expertos recomiendan utilizar al menos una onza (equivalente a un shot de bebida) de crema protectora antes de la exposición.

 

Aunque utilices filtros resistentes al agua es muy importante la reaplicación. Es aconsejable hacerlo cada 4 horas si estás en interiores, cada 2 horas si estás en exteriores y cada hora si estás nadando o sudando.

No te olvides de tus labios, utiliza un bálsamo que contenga factor de protección solar.

La ropa es otro elemento a tomar en cuenta. Si es posible, elige camisas manga largas, y pantalones largos. Si no, utiliza las salidas de baño. Elije telas con tejido muy cerrado. La ropa mojada ofrece menos protección contra los rayos UV y los colores oscuros pueden ofrecer más protección que los claros.

Usar sombrero de ala ancha es otra excelente idea. Asegúrate de que te cubra la cara, las orejas y la parte de atrás del cuello. Y que no tenga orificios, es decir, que el tejido esté bien apretado. Y si es negro ¡mejor! Si usas gorra, aplícate protector solar en las orejas y en la nuca.

 

No olvides las gafas de sol. Además de ser un accesorio imprescindible, te protegen los ojos y y reducen el riesgo de cataratas. Además, te ofrecen protección en la delicada piel alrededor de los ojos.

Toma en cuenta que, si estás tomando medicamentos como antibióticos, anti-inflamatorios, quimioterapia o para la presión arterial, podrían aumentar tu sensibilidad a los rayos solares.

Con información de la Asociación Americana de Oncólogos Clínicos; los hospitales de la Universidad de Kentucky y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.