Entre el vidrio y la jungla
Por Carmen Alemán
Fotografía de Isabel de Obaldía por Philippe Arnoux
Isabel de Obaldía, una de las más reconocidas artistas panameñas, se destaca en medios como la pintura, el dibujo y la gráfica, pero en especial es una escultora renombrada en el mundo del arte, tanto en Panamá como a nivel internacional. Su especialidad es la escultura en vidrio. Comenzó a trabajar en esta novedosa técnica, en el Pilchuck Glass School en las afueras de Seattle, Washington, en 1987. Allí estudia con maestros de este arte como el noruego Bertil Vallien que se especializa en moldes de arena con los que se logran texturas muy particulares, y con el checo Jiri Urcuba, un experto grabador de vidrio. Desde 1990 hasta el presente, la artista ha experimentado con vidrio soplado, grabado, y fundido en moldes de yeso o arena, tanto en Pilchuck como en España, Checoslovaquia y Hungría.
Sus obras en vidrio, en especial sus metates, presentan una fuerte influencia del arte precolombino. La técnica de fundir vidrio que la artista utiliza requiere un proceso lento y complejo. Inicialmente, hay que esculpir en barro, para con estas piezas hacer los moldes. En Panamá, la artista trabaja principalmente con moldes de yeso y vidrio sólido o granulado, el cual le añade pigmentos en polvo, óxidos y metates para lograr los colores. Su técnica ha llegado a tal sofisticación, que la artista a menudo dibuja sobre el barro, luego viene el proceso de fundición en hornos importados, para poder trabajar en Panamá. Este proceso es, como en el caso de la cerámica, lento, y hay que esperar días para ver el resultado final.
Mi relación con Isabel surge desde el principio de mi carrera en el arte y la de ella también. Tuve la dicha de organizarle una de sus primeras exhibiciones individuales en 1978, cuando trabajé en el Sótano de PanArte (el Instituto Panameño de Arte, hoy el MAC Panamá). Fué la diseñadora gráfica de mi galería, Arteconsult, en sus principios en los 80s, cuando hacíamos los afiches de las exhibiciones en serigrafía, y participó de varias exhibiciones colectivas e individuales en ese espacio en los 80s y 90s. Colaboré con ella nuevamente cuando fui curadora de la exhibición “Panamá Contemporáneo: 15 artistas Panameños” en 1998 en el Instituto Italo-Americano en Roma, Italia, y en 2001 para la exhibición “Panamá Contemporáneo” en Casa Américas, Madrid. Además de estas, Isabel ha expuesto en numerosos países como China, Japón, USA, Puerto Rico, Perú, Ecuador, etc. en distintas galerías, museos, y bienales.
Nuestra amistad continúa a través de los años y ha sido un honor colaborar con el desarrollo de su amplia trayectoria. La considero una de las artistas más importantes de Panamá a nivel mundial.