¿Sí o no que ahora sentimos el impulso de limpiarlo todo? La cocina, los baños, las superficies, las manijas de las puertas, los celulares, las sillas, todo, absolutamente todo.
Y está bien que queramos tenerlo todo limpio. El Covid-19 ha llegado a nuestras vidas para darnos algunas lecciones: una de las más importantes, las de higiene.
Claro que, si esta compulsión por el aseo nos produce mucho estrés, pues mejor contar hasta 10 y respirar profundamente porque si no, la manía por la limpieza nos puede conducir a otros problemas (mentales, me refiero).
Hay que centrarse en lo verdaderamente importante. ¿Qué hay que limpiar y cómo?
Dispositivos electrónicos
Lo que más tocamos son los celulares, las tabletas, el teclado de la computadora, el smart watch y los controles de la televisión. Puedes utilizar wipes o un paño húmedo con alcohol al 70% para limpiarlos y asegúrate de secarlos bien para evitar que se dañen. Puedes hacerlo de manera sistemática, por ejemplo, cada tres días es suficiente.
El contenido de tu cartera
Sí, en estos días, hasta salir al supermercado es exhaustivo. Al regresar, todo lo que llevamos en nuestro bolso hay que desinfectarlo: las llaves, el monedero, las tarjetas, etc. Puedes utilizar wipes o un paño con jabón y agua caliente. Y recuerda secarlo todo después.
Las llaves
Merecen especial atención. Puedes quitar los llaveros e introducir las llaves en una solución con cloro (4 cucharadas de cloro por cada 4 tazas de agua) por un minuto.
El auto
Si sales en tu auto, es probable que toques algunas partes del mismo cuando lo abres, cuando arrancas, cuando haces cambio y cuando te pones el cinturón de seguridad. Antes de subir al auto, utiliza el gel alcoholizado para tus manos y déjalo que se seque de tal forma que sea absorbido por la piel. En cuanto llegues a casa, lávate las manos.
Ahora, para tener la casa limpia, los expertos nos ofrecen estos consejos:
- Cuando limpies, deja el suelo para el final. A medida que limpias, el polvo caerá y se acumulará en el suelo, así que lo mejor es empezar sacudiendo los muebles y demás para luego barrer, aspirar o trapear.
- El baño es el sitio con mayor tráfico en cualquier hogar. Para limpiarlo, se debe empezar a trabajar de arriba a abajo. Primero, quítale el polvo a las rejillas de ventilación, luego desinfecta los azulejos de las paredes, las puertas, el espejo y el tocador. El inodoro, la ducha o la bañera y el suelo se dejan para el final. La taza del baño se puede limpiar una vez a la semana, la bañera se hace más a menudo. Importante: No te olvides de desinfectar el portacepillo de dientes y el dispensador de jabón, si no, tu baño puede parecer sucio aunque acabes de limpiarlo.
- Como el baño es un sitio húmedo, es lugar propicio para las bacterias. Si quieres hacer una limpieza más profunda, los expertos sugieren quitar ducha. Primero, quitar la regadera y limpiar entre los agujeros con un cepillo de dientes viejo, luego, sumergirla en un recipiente con vinagre blanco durante unas horas. Esto facilitará la limpieza de los residuos.
- En la cocina, los profesionales de la limpieza recomiendan NO utilizar limpiadores que contengan ácidos para las superficies de mármol, ya que, al igual que el limón o los limpiadores a base de cítricos, puede arruinar todo lo que es mármol y piedra. El mármol no necesita mucho para limpiarse: agua tibia y un paño de microfibra es suficiente. Si tiene alguna suciedad pegajosa puedes envolver el paño alrededor de una espátula de plástico y raspar suavemente.
- Como tus herramientas de limpieza (especialmente las que usas en el baño) hacen todo el trabajo sucio, debes limpiarlas regularmente. Cada dos o tres semanas, puedes verter unas gotas de un limpiador multiusos en el fondo del portacepillos del inodoro y simplemente colocar el cepillo.
- Ahora que trabajamos desde casa, es importante que esta nueva “oficina” esté limpia. Lo primero es quitar todo de tu escritorio y después evalúa qué artículos necesitas y cuáles puedes eliminar.
- Para los electrodomésticos, lo ideal son los paños de microfibra ya que son respetuosos con el medio ambiente y efectivos. Para lavarlos, puedes hacerlo con agua caliente.
- Las esponjas secas son perfectas para quitar el pelo de las mascotas que se acumula en los muebles. Estas esponjas también las puedes utilizar para limpiar cortinas de tela o alfombras.
- Cuando la lechada del piso está limpia, hace toda la diferencia en el espacio. Haz una pasta con media taza de bicarbonato de sodio y una cucharadita de líquido para lavar platos y, con un cepillo de dientes viejo, puedes restregar la lechada y ¡verás cómo queda!
- Si en la nevera algo se echó a perder, el hedor puede durar meses. Solución: saca todo, hasta las bandejas y estantes, lávalos bien con agua caliente y detergente para vajilla y luego enjuágalos con una mezcla de cloro y agua. Después, deja la puerta abierta durante 15 minutos.