Cuando un ser humano decide darlo todo por su hijo no hay límite en cuanto a lo que le puedas ofrecer, lo que más buscas es que sea feliz, que aprenda con el ejemplo y que su vida se desarrolle plenamente.

 

 

Para Alexis Espino ser papá es “una de las más grandes bendiciones que puede recibir un ser humano”. Reconoce que “existen momentos de frustración, dudas, incertidumbre y muchísimas emociones más en medio de todo el tiempo, pero de igual manera, cada vez que alcanzan un paso o una meta, uno se da cuenta de que el trabajo no ha sido en vano”. Concluye diciendo que “ninguna inversión es tan grande como aquella que da la satisfacción de verlos crecer”.

¿En qué momento de su vida se encontraba cuando decidió convertirse en padre?
No sé, no lo sé en realidad, lo único que puedo decir que eso del reloj biológico o tal vez la soledad te hace pensar que es momento de compartir tu vida con alguien y tal vez formar eso que la sociedad llama familia. Tenía alrededor de 37 años y no había estado expuesto a niños, ni sobrinos, ni hijos de amigos, nada, pero caminando tanto y haciendo lo que se me antojaba ya no era la forma de llenar mi vida, creo que empecé a darme cuenta de que era momento de buscar un PROPÓSITO, algo en lo cual entregar todo a cambio de nada, simplemente con la intención de dejar una huella, un legado, que alguien más supiera que estaba caminando por este mundo y que mi pasar por lo que llamamos vida, no hubiera sido en vano, no hubiera tenido un significado.

Los caminos del destino son misteriosos. Conocí a la persona que me iba a hacer papá, pero no sabía que me tocaría caminar solo el resto de la vía. Pasé de ser el tipo fiestero, sin complicaciones y dedicado a trabajar, a cambiar pañales, vigilar sueños, preparar y limpiar biberones y hacer una rutina de baño y dormir a las 7:30. ¡Qué locura! Nunca había hecho nada de esto, ni siquiera sabía qué tipo de pañales se compraban, ni la cantidad que se gastaba al mes en esto, pero estaba feliz, mi vida tuvo un sentido y mi destino encontró un propósito: ser papá. Cuando esto sucede ya no piensas en ti… ya piensas en otra personita que depende al 100% de cada uno de tus actos, si te equivocas, la riegas y el margen de error es muy pequeño para poder hacer lo que debes hacer con una vida pequeñita e indefensa. Cuando un ser humano decide darlo todo por su hijo no hay límite en cuanto a lo que le puedas ofrecer, lo que más buscas es que sea feliz, que aprenda con el ejemplo y que su vida se desarrolle plenamente, pero de todo lo que he dicho es lograr que cada día sea más feliz que el anterior.

¿Cómo describe a su hijo?
Un ser de luz, muy feliz, con sus defectos como los tenemos todos, pero siempre dice que es muy feliz. Es mi ​ángel, es aquel que cuando me siento triste está ahí y cuando estoy feliz también, somos dos amigos. Soy una persona muy estricta, por lo que creo he logrado trasmitirle que hay límites para cada cosa y que cada acción tiene una reacción. No puedo negar que en ocasiones se ha equivocado, pero los errores nos enseñan, de eso se trata la vida, de equivocarse y tener la oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez. Creo que hemos desarrollado la habilidad de saber que siempre está el uno para el otro y que ambos podemos depender emocionalmente como familia.

Tener un hijo involucra una gran responsabilidad, adicional, su hijo tiene una condición especial, ¿cómo lleva a cabo este reto?
Enorme responsabilidad. Recuerdo que muchos me decían lo difícil que era ser papá. Es más, nunca lo entendí pues siempre fui un niño tranquilo que no di ningún tipo de problemas más allá de que era un poco enfermizo de pequeño, pero esta tarea ha estado llena de retos desde muy, muy, muy, muy temprano.

Mi pequeño no caminó al tiempo que debía comenzar a caminar y prácticamente no gateó. Desde ahí ves que algo anda un poco mal. Hubo que hacer mucho esfuerzo y muchas terapias, muchos neuropediatras, pero era hermoso ver cómo poco a poco iba conquistando cada obstáculo que la vida le ponía enfrente. Hasta que llegó el momento del diagnóstico de TDAH. Esto fue muy difícil pues era algo que ni siquiera yo entendía y, obvio, desde maternal 3 hasta kinder estaba muy por debajo del desempeño de un niño de su edad. Pero aquí es donde entra en acción un papá comprometido, nunca descansé hasta que finalmente se pudo lograr avanzar, fueron muchas terapias conductuales, de lenguaje, ocupacional, etc, etc, etc. No puedo negar que en ocasiones el cansancio me vencía, pero cuando llegas a casa y te dicen “papi, yo te quiero mucho, eres mi héroe” el cansancio se esfumaba e iniciaba el proceso de las letras, los números, la suma, la resta, la división, la multiplicación y todo el cúmulo de cosas que tienes que aprender desde niño.

Nunca había pensado lo difícil que resulta la presión escolar al inicio y es que sin esa formación no logras nada y si no estas constantemente pendiente, hasta del mínimo detalle escolar, puedes estar ocasionando un grave daño a su desarrollo futuro.
El camino ha sido larguísimo y cada una de las etapas ha sido muy diferente a la anterior. Describir el proceso sería “una aventura” pero no tienes idea de la satisfacción que se siente cuando ves resultados. Su boleta de calificaciones, desde que está en una escuela de estudios dirigidos ha sido excelente, creo que nunca ha bajado de un 4 con algo, incluso al terminar su educación Premedia se ganó una beca de concurso por sus calificaciones. Creo que en esa graduación no había un papá más orgulloso que yo, pues ni siquiera tenía idea de que se la había ganado, fue una sorpresa inmensa y una sensación de estar cumpliendo el más grande de los trabajos, estar haciendo una excelente labor, eso reafirma aquello del propósito, cuando tienes el compromiso con una vida, más vale que tengas el propósito de hacer los ajustes que tengas que hacer con la tuya y definir claramente el propósito de vida que buscas para ti y para esa vida que depende de ti.

¿Cómo puede decir que cambió su vida antes y después de decidir tener un hijo?
¡Ufffffffffff no joda! El Alexis de antes y después son personas completamente diferentes, ya he aprendido que mis decisiones no son mías, porque pueden afectar la vida de él, dejé de tener tiempo para mí, pues tenía que dedicarle mucho tiempo a él, por su condición especial. La vida tomó otro sentido, es como si estuvieras manejando y de repente llegas a una calle llena de baches donde sabes que con cualquier mal movimiento puede ocasionarte un accidente. Pero ha sido genial, claro, ya no podía ir al gimnasio, subí de peso por comer tanta comida rápida (no menciono el nombre del lugar) pero el tener la oportunidad de ver cómo avanzaban los días y cómo va creciendo te hace decir que cada libra, cada gota de sudor, cada preocupación ha valido totalmente la pena. Este es un trabajo que nunca termina. Ahora, no te digo que de vez en cuando no discutimos, pues sacó el mismo carácter que yo, terco y estricto, incluso a veces me quiere decir qué debo hacer y qué no. Soy fanático de los tatuajes y cada vez que llegaba con uno nuevo la cara de bravo y el regaño de “hasta cuando vas a seguir con eso” no se hacía esperar, a lo que con una sonrisa siempre le decía “hasta que yo quiera y considere que deba parar”. Ahora todo es mucho más ligero, ahora la tarea es convertirlo en un ser productivo para la sociedad y quién sabe en un buen papá, para entonces, yo podré ser un buen abuelo.

Si hay un valor que todos los padres quieren enseñar a sus hijos es la independencia ¿de qué manera se lo inculca a su hijo?
Eso ha sido algo que me ha costado algo de trabajo, precisamente por su condición y porque de alguna forma tengo que aceptar que soy algo sobreprotector, pero poco a poco lo he ido consiguiendo, le he enseñado a cocinar, lavar, secar, limpiar y muchas responsabilidades más que tiene que cumplir si quiere ganarse las cosas.

Poco a poco se ha ido convirtiendo en un joven independiente que decide por sí mismo si quiere ir a algún lado o si prefiere quedarse en casa, no es muy amiguero, no es fanático de las fiestas y se ha vuelto muy responsable con las cosas que quiere conseguir. Quiere ser diseñador gráfico y animador y no lo hace nada mal, ya está en su último año de colegio y tiene 18 años, por lo que las responsabilidades que le he dado han ido aumentando, es un adulto y tiene que aprender a valerse en esta vida, tiene que aprender a ser productivo si quiere salir adelante. Soy un tipo muy ético, detesto las malas jugadas y las mentiras, pues algo que me caracteriza es ser muy honesto, creo que eso lo ha aprendido bien y está emulando el ejemplo con las acciones.

¿Siempre han vivido en Panamá? ¿De qué manera ha influido el entorno en la crianza de su hijo?
Sí, siempre hemos vivido en Panamá, hemos tenido la oportunidad de hacer un par de viajes y eso le encanta, es muy de querer explorar los sitios icónicos de los países, siempre habla de eso, quiere conocer el mundo, a lo que yo le tengo algo de recelo pero no puedo detener aquellas ganas que tiene de explorar la vida.

Lastimosamente mi madre y padre fallecieron, tuvimos la oportunidad de compartir juntos como hasta sus once o doce años, de ahí no tengo familia de primera línea en este país por lo que este ha sido un trabajo que me he echado al hombro yo, con la ayuda de ángeles que aparecen en momentos difíciles y salen al rescate.

Una de mis cosas favoritas era llegar del trabajo y encargarme de la rutina de la noche yo solo, me gustaba verlo jugar en la tina de baño y luego ver cómo se quedaba dormido tomando el biberón. Tengo que confesar que es algo que extraño mucho, pues hay veces, ahorita, que ni siquiera lo veo cuando llego del trabajo pues está encerrado haciendo tareas. Comemos juntos y cada uno para su cuarto a hacer sus actividades, pero nunca falta el momento en que entra en la noche a mi recámara, me da un abrazo y me dice “te quiero mucho, hasta mañana”. Incluso en ocasiones me he quedado dormido y es él quien apaga el televisor y la lámpara de mesa (creo que se están invirtiendo los papeles).

¿Cuántos años tiene su hijo ahora mismo y de qué manera ha evolucionado la relación entre ustedes?
Tiene 18 y es un hombrecito que quiere tener su privacidad para hablar con sus amigos, jugar, ver televisión y esas cosas. Se la pasa con los auriculares puestos escuchando música, ya creció, pero nuestra relación es hermosa, ya no quiero que me vea como su papá, más bien quiero que seamos amigos, que tenga la confianza de decirme las cosas para seguir apoyándolo en su camino, la vida cada día es más difícil, peligrosa y en ocasiones bizarra, quiero poder aconsejarlo bien para que tome las decisiones correctas en aquellos momentos en los que lo tenga que hacer y nunca está de más un consejo. De haber tenido un consejero en mi vida, creo que me hubiera evitado un buen par de errores.

¿Qué tan importante es estar presente para los hijos y poder acompañarlos en determinados momentos?
Yo he estado presente en cada acto, cada terapia, cada cita médica, cada cita de escuela, no te puedo negar que cansa, pero es un compromiso, es más, cada sábado tenemos una cita oficial para ir a comer y dar alguna que otra vuelta para distraernos, cortarnos el cabello o lo que sea.

Siempre hay tiempo, yo he trabajo mucho desde mis 18 años y por él no he dejado de ser adicto a mi trabajo.  Por él he tenido que tomar decisiones que tal vez no hubiera querido tomar, pero ya las cosas no son por mi bien solamente, es por el bien de los dos.

Nunca dejes de acompañar a tu hijo (a) a algo que significa mucho para ellos, la vida es un viaje de ida sin regreso y cada día que pasa es un tiempo que no recuperas, es un tiempo donde tal vez estás dejando de crear esas memorias que hacen que te vuelvas inmortal, porque con el solo hecho de recordarte vives para siempre, aunque seas solo un recuerdo terminas volviéndote eterno y no hay algo más bonito que ser eterno en la vida de alguien.

No hay una fórmula para la crianza, hay muchos tipos de crianza…todos los padres cometen errores ¿Qué le puede decir a quienes se sienten desolados o perdidos en el proceso de criar a sus hijos?
Lo primero es que hay que estar conscientes de que somos humanos y de que ser papá no viene con un librito de instrucciones. Los errores se van a dar, yo he cometido muchos, pero de esos mismos errores se aprende y se hacen las cosas mejor la próxima vez.
Cometer un error no es sinónimo de haber fracasado, fracasar es no aprender del error ni volver a hacer el intento.

De igual manera he llorado, pero eso no me hace débil, eso me hace más humano.

Hay que tener un plan diseñado, hay que ser estrictos cuando se debe y suaves cuando se lo han ganado, el resultado de lo que puede estar pasando hoy tiene que ver mucho con las acciones que tuviste ayer, pero nunca es tarde y mucho menos cuando se trata de un hijo.

Ser padre soltero es difícil, primero, no te hace muy popular, segundo, no tienes tiempo, tercero, es mucha responsabilidad para una sola persona, pero, si tuviste las ganas de traer una vida al mundo, debes de tener las ganas para pelear hasta el último segundo por sacarlo adelante en la vida.

¿Qué suelen hacer en los Días del Padre?
Sé que la fecha para él siempre es algo difícil, pues es un día muy comercial. Yo me conformo con recibir una tarjeta hecha en la escuela (lo que me encanta, todos los años la espero) o una carta, en donde siempre me dice lo que significo en su vida. Para mí es algo difícil también pues ya no tengo a mi padre conmigo y sufrió de una enfermedad muy dura, por lo que vi su deterioro con el transcurrir del tiempo. Siempre vamos a la cripta de papá, luego vamos a comer y ahora que tiene algo de dinero me deja escoger lo que me gusta comer o comprar. Pero siempre me ha gustado simplemente estar juntos en casa viendo una película y disfrutando del tiempo que podamos compartir.

Lo importante es crear memorias, al final es lo que nos queda a todos mientras estemos en esta tierra o mientras estemos vivos.

Sin alguien que nos recuerde bonito habremos estado en esta vida sin conseguir nada valioso, un recuerdo lo es todo, es impagable, como dije, logra hacernos inmortales.