Edición: Carl-Fredrik Nordström

 

Más de tres mil años de historia contemplan la ciudad de Málaga. Desde sus orígenes fenicios, es precisamente el paso por su suelo de numerosas y variadas culturas lo que ha convertido a Málaga en ese destino atractivo y cosmopolita que es hoy.

El Teatro Romano o las piletas de garum nos remitirán a los tiempos de la Hispania Romana; la Alcazaba es el ejemplo vivo más bello de la etapa musulmana de Málaga. El Santuario de la Victoria marca el sitio desde donde los Reyes Católicos cercaron la ciudad en 1487. El Palacio de Buenavista nos habla de la nobleza que se instaló en la ciudad durante el Renacimiento. El esplendor barroco se palpa en las recargadas bóvedas barrocas construidas sobre las techumbres mudéjares de iglesias como San Juan, los Santos Mártires o Santiago…

Málaga ha crecido significativamente desde la mitad del siglo XX hasta nuestros días, a pesar de la escisión de Torremolinos, que pasó a ser municipio independiente en el año 1988. Toda su extensión cuenta la historia de la ciudad, una ciudad con un riquísimo legado que sigue mirando al futuro.

Málaga Antigua

Málaga ha estado poblada desde la prehistoria, pero es con la llegada de los fenicios y su asentamiento en el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce cuando se funda la colonia Malaka, origen de la ciudad.

En los siglos que van desde fines del VI a.C. (antes de Cristo) al cambio de era, los territorios malagueños aparecen ocupados por dos tipos de gentes: los que habitan en la zona costera, denominados Libiofenicios, y los del interior, llamados indígenas, íberos o turdetanos.

A finales del siglo tercero a. C. los romanos comienzan la lucha contra los cartagineses dominando la zona y unificando a su población. Se impone el latín y cambia la vida y las costumbres de los pobladores. Málaga pasa a formar parte de la Hispania Ulterior.

Tras dos siglos de dominación Málaga empieza a contar con nuevas vías de comunicación que la conectan con otros territorios. Se reciben nuevos estatutos jurídicos entre los que destaca en el siglo I la Lex Flavia Malacitana promulgada en el año 81. Algunos fragmentos de esta ley pueden ser leídos hoy en el Centro de Interpretación del Teatro Romano de Málaga, clave para historiadores y aficionados.

Alcazaba

La Alcazaba de Málaga es una fortaleza de gran relevancia histórica, se erige como un punto de interés turístico que combina historia y belleza. Esta ciudadela musulmana se encuentra estratégicamente ubicada al pie del monte Gibralfaro, contiguo al Castillo defensivo árabe, conectados por el resguardado pasillo de murallas conocido como La Coracha.

Situada en proximidad al Teatro Romano y frente al edificio de la Aduana, la Alcazaba representa una fusión de las culturas romana, árabe y renacentista en un espacio compacto, haciendo de este sitio un enclave excepcional.

La Alcazaba fue construida entre 1057 y 1063 por orden del rey taifa bereber de Granada, Badis. A lo largo de su historia, la Alcazaba fue testigo del dominio de diversas dinastías, desde los Almorávides hasta los Almohades, hasta su incorporación al reino Nazarita en 1279 bajo Muhammad II Ben al-Ahmar.

Su arquitectura nazarí fusiona defensa y estética a través de patios rectangulares, jardines y estanques, exhibiendo la maestría de los alarifes árabes en la manipulación de luces y sombras en sus espacios interiores.

Este emblema militar musulmán, preservado como una de las obras más significativas en España, integra elementos defensivos como matacanes, torres albarranas con saeteras y murallas almenadas, aprovechando su ubicación estratégica para dominar visualmente la ciudad y la bahía desde sus balcones.

Paraje Natural Desembocadura de Guadalhorce

El tramo final del río Guadalhorce se divide en dos brazos que rodean una isla de 122 hectáreas que conforman el paraje natural de la Desembocadura del Guadalhorce. Lagunas, las riberas del río, una zona de arenas que limita con el mar y espacios terrestres ofrecen una diversidad ambiental que permite el asentamiento de distintas especies a lo largo del año.

Parque Forestal El Morlaco

El Parque Forestal El Morlaco, ubicado entre las zonas residenciales de Cerrado de Calderón, Parque Clavero y el barrio de El Morlaco en Málaga, es una joya natural con una posición privilegiada. Su parte inferior se encuentra próxima al mar, el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso y los Baños del Carmen. Esta ubicación, entre el mar y la montaña, lo convierte en uno de los principales pulmones verdes de la ciudad. Con una extensión de 160,000 metros cuadrados, este parque ofrece una red de caminos forestales que invitan a disfrutar de actividades al aire libre como ciclismo y senderismo. Además, dispone de equipamientos e infraestructuras que facilitan diversas actividades de ocio y recreación para visitantes de todas las edades.

Los miradores presentes en el parque brindan vistas impresionantes de la ciudad, mientras que los parques caninos, separados en dos recintos-uno para cachorros y perros de hasta 10 kilos, y otro para el resto-, proporcionan espacios ideales para que las mascotas puedan disfrutar también.

En cuanto a su flora, el Parque El Morlaco cuenta con una rica diversidad que incluye pinos, eucaliptos y cipreses. En su fauna destacan especies como aves, camaleones y erizos, contribuyendo a la biodiversidad y convirtiéndolo en un hábitat multifacético para diversas especies animales. Este espacio natural no solo ofrece un refugio verde en medio de la ciudad, sino que también proporciona una gama variada de actividades recreativas y oportunidades para disfrutar de la naturaleza y el aire libre, convirtiéndose en un punto de encuentro para residentes y visitantes en Málaga.

Castillo de Gibralfaro

El Castillo de Gibralfaro fue  erigido en el siglo XIV para resguardar la Alcazaba y sus tropas. Hoy es uno de los atractivos de Málaga y desde sus murallas se pueden ver vistas panorámicas impresionantes de la ciudad. Los visitantes pueden explorar el Castillo o adentrarse en el Centro de Interpretación para descubrir su historia.

Considerado durante un tiempo la fortaleza más inexpugnable de la Península Ibérica, cuenta con dos líneas de murallas y ocho torres. La muralla exterior se conecta con la Coracha, muros en zig zag que suben hasta el monte. Por su parte, la muralla interior permite un recorrido completo del perímetro de la fortaleza. Dividido en dos secciones, el patio principal alberga el Centro de Interpretación, donde se sumerge en la historia del castillo a través de sus habitantes, destacando la torre Mayor, el pozo fenicio y los baños. El pozo de Airón, esculpido en roca viva, tiene una profundidad de 40 metros. La parte inferior, o patio de armas, solía albergar barracones de tropas y caballerizas. Destaca la torre albarrana o torre Blanca, visible desde el noreste, que conserva un aljibe, dependencias y almacenes en su interior.

Plaza de Toros “La Malagueta”

La Plaza de Toros La Malagueta, de estilo neomudéjar, fue diseñada por Joaquín Rucoba, el aclamado arquitecto responsable también del Mercado de Atarazanas.  Destaca por su singular forma hexadecagonal,  que se distingue desde el mirador de Gibralfaro, ofreciendo una vista singular del coso taurino. Pero sobre todo, por ser el epicentro de uno de los barrios más simbólicos de la ciudad, el barrio de La Malagueta.

Fue inaugurada el 11 de junio de 1876 con la histórica corrida en la que lidió, entre otros, el mítico torero Rafael Molina “Lagartijo”. Cada mes de agosto, la plaza acoge la corrida Picassiana, en la que se rinde homenaje al artista malagueño, en cuya obra tuvo gran relevancia la figura del toro. En ella, los toreros visten trajes inspirados en el estilo y visión artística del pintor malagueño.

Actualmente, la plaza de toros acoge el Centro Cultural La Malagueta, un espacio cultural relevante en la ciudad que acoge exposiciones, conferencias y todo tipo de eventos. La entrada al centro cultural es libre y gratuita.

La Farola

La Farola además de ser uno de los dos faros españoles que tiene nombre femenino es un elemento recurrente en la iconografía malagueña. Muy apreciada por los malagueños nace en el siglo XIX, terminando su construcción en 1816 en tiempos de Fernando VII.

Ha sufrido varias reformas durante su historia. La primera se realizó por los daños causados por el terremoto de 1884. En 1885 se acometen obras de mejora y se le dota de un nuevo aparato luminoso que mejore la guía de los navegantes por la noche. En 1909 se amplía la vivienda del farero.

Durante la Guerra Civil, aunque se da orden de apagar el faro y pintarlo para dificultar su visión, sufre daños de los que tendrá que ser reparada.

Está ubicada en el paseo que recibe su mismo nombre, en el barrio de La Malagueta, entre el puerto de Málaga y el paseo marítimo Ciudad de Melilla.

La ampliación del puerto y la transformación del Muelle Uno son dos motivos más para no dejar de visitar este lugar de interés turístico.

Museo Carmen Thyssen Málaga

El Museo Carmen Thyssen Málaga alberga en las salas de su colección permanente un extraordinario recorrido por la pintura española del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en el que tiene especial protagonismo la pintura andaluza de paisaje y escenas costumbristas. Estas obras forman parte de la colección más personal de la baronesa Carmen Thyssen y conforman un conjunto de más de 200 piezas que incluye también una cuidada selección de maestros antiguos, de entre los siglos XIII y XVIII.

Inaugurado el 24 de marzo de 2011, el Museo Carmen Thyssen Málaga cuenta con un itinerario expositivo distribuido en tres plantas dedicadas, respectivamente, a la pintura romántica de paisaje y costumbrista, al preciosismo y la pintura naturalista, y al arte del fin de siglo. En este discurso se puede seguir la transformación de la pintura española a lo largo del XIX, desde la interpretación romántica del paisaje y las costumbres tradicionales, hasta una interpretación de la pintura al aire libre, cada vez más colorista, libre y espontánea de la técnica pictórica, que anunciará, a finales de la centuria, los movimientos de renovación y vanguardia del XX.

Antiguo edificio señorial del siglo XVI, el Palacio de Villalón es el núcleo central del museo al que se han integrado nuevos edificios colindantes resultando un fabuloso complejo, sede de la pinacoteca.

Al igual que en otros edificios antiguos malagueños se han encontrado restos romanos en su subsuelo tras las obras de remodelación, correspondientes a una villa suburbana situada extramuros, al nortoeste de la urbe romana de Malaca, en una zona industrial dedicada a la producción de conservas de pescado. Contaba con un área doméstica y residencial, una industrial e incluso una comercial (una tienda de conservas). Entre los restos más destacados aquí localizados se encuentra una fuente monumental (de finales del s. I y en uso hasta mediados del V), quizá un ninfeo, decorada con pinturas murales. Actualmente se trabaja en la adecuación de este espacio arqueológico para su próxima apertura al público.

Museo Picasso Málaga

Respondiendo al deseo de Pablo Ruiz Picasso de contar en su ciudad natal con un lugar en el que su obra se ofrezca a la sociedad, el Museo Picasso Málaga se inauguró en el año 2003.

Desde entonces se ha convertido en una institución fundamental para entender la fructífera evolución cultural local. El museo actúa como una magnética seña de identidad y es una notable referencia simbólica para quienes residen en la capital de la Costa del Sol. Invita, a su vez, a conocer de cerca la vida y obra del artista malagueño a aquellos que desde cualquier punto del mundo acuden a Málaga atraídos por el talento y la fama del pintor más importante del siglo XX.

La colección dedicada en su totalidad a la obra de Picasso, comprende más de 230 obras de arte entre pinturas, esculturas, dibujos, obra gráfica y cerámicas que muestran las innovaciones revolucionarias de su trayectoria, así como la amplia variedad de estilos, materiales y técnicas que el artista renovó.

El acierto arquitectónico que hace tan atractiva la visita a la sede, el Palacio de Buenavista, radica en haber sabido combinar con respeto la rehabilitación del patrimonio con la arquitectura contemporánea.

En el corazón histórico de la ciudad, muy cerca de la Catedral y del Teatro Romano, el museo ofrece exposiciones temporales y organiza diversas actividades como talleres, conciertos, ciclos de cine o visitas guiadas.

Acueducto de San Telmo

Realizado en el siglo XVIII es una gran obra de ingeniería para mejorar el suministro de agua a la ciudad. Ubicado en el distrito de Ciudad Jardín fue declarado Bien de Interés Cultural ya que está considerada una de las obras hidráulicas más importantes de España de su siglo.

El promotor del proyecto fue el obispo Molina Lario, que propuso esta construcción por la escasez de agua, acrecentada por una sequía y el incremento de población y actividad comercial de la ciudad.

Se sitúa sobre el arroyo de Humaina. Está construido en ladrillo y posee 75m de longitud, 15 de altura y 4 ojos de 7m de diámetro, siendo su espesor de 2.5m en la parte superior y en 5/8 en la inferior. Las pilas tienen un grueso de 3.34m. Los pilares son de planta cuadrada, disponiendo sus tajamares en forma de proa (agujas arriba) y circulares (agujas abajo). El paso de los tajamares hasta las pilastras del petril se consigue con un pequeño contrafuerte, rematándose por una sencilla moldura que actúa a modo de impostra para el arranque de arcos.

 

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