El exquisito diseño de esta vivienda en Sudáfrica fue concebido como una simple caja que captura y enmarca la vista al océano. Lo que pocos saben es que, con una fachada que, vista desde la calle parece sencilla, el resto de la magia se extiende del otro lado.

Fotografías Adam Letch

 

 

En esta ocasión, nos vamos de excursión a otro continente, hasta la bahía Plettenberg en Sudáfrica, para admirar el diseño y la arquitectura de una casa espectacularmente refinada y fluida. Diseñada por los arquitectos Phillippe Fouché y Mias Claassens, de la renombrada firma sudafricana SAOTA, y estilizada por la firma de diseño de interiores Cécile & Boyd, la casa-proyecto Beachyhead es una verdadera caja llena de sorpresas.

Y es que, encaramado sobre las dunas con vista a Robberg Beach, el diseño de esta cautivadora vivienda fue concebido como una simple caja que captura y enmarca la vista al océano. Así de sencillo, la cubierta exterior de esta “caja” es acabada con una textura natural rugosa que hace referencia a la duna, contrastando con la suavidad y el sofito que se aleja para crear un marco delicado.

Desde la calle, la escala de la vivienda pareciera modesta. Y decimos “pareciera” porque poco sabrán los transeúntes que los espacios habitables y el resto de la magia se encuentran ocultos al otro lado, en el nivel inferior. La horizontalidad de la fachada – que podríamos describir con un estilo de aire minimalista – se articula mediante un imponente toldo blanco por encima de la entrada principal. Plantado con arbustos autóctonos que caen sobre el borde, esta imponente losa unifica el proyecto.

 

 

Aprovechando las extraordinarias vistas al mar – con la península Robberg al sureste y las montañas Outeniqua en la distancia hacia el norte – la sección sur de la casa es más alta y parece haber sido rebanada de la parte norte, de forma escultural y medida, claro está. Esta abertura se extiende verticalmente a lo largo de la edificación, enviando toda la luz proveniente del norte hacia los espacios más profundos de la casa. Iluminadas por el tragaluz superior, las escaleras se encuentran delicadamente suspendidas en este vacío, pero también permite imponentes vistas a través de ellas.

 

En la sala, los elementos de madera y las tonalidades arenosas se expanden en la decoración interior, repartiéndose en muebles, almohadones, alfombras y mesas.

 

La geometría de la escalinata continúa como una línea diagonal que se extiende hasta la terraza voladiza, la cual es perfecta para entretener y llevar a cabo fiestas y reuniones. La cocina, inteligentemente posicionada en la parte central, funciona para servir tanto a estos espacios habitables como al patio norte. Esta se abre hacia la galería de las habitaciones, y permite que la luz norte entre al espacio.

 

Con una elegante infusión de blanco minimalista y paredes de madera clara, mantiene sus líneas limpias y superficies despejadas para enfatizar la sensación de profundidad y ligereza al mismo tiempo.

 

 

Las habitaciones, localizadas en la parte superior de la casa, sobresalen como aleros. Cada una, con su propia vista al impresionante horizonte marino, pero única en su distribución y decoración personalizada.
Ubicada en la terraza inferior, la fascinante piscina se conecta con los espacios de entretenimiento principales por medio de una escalera de piedra, articulada como parte del plinto. Con un nivel de agua interesante, sutilmente más elevado que la superficie de la cubierta, el flujo copado crea la impresión de que el cuerpo de agua reflectante está perfectamente encajado en la cubierta de madera.

 

Este imponente detalle crea unidad entre esta refinada y dinámica vivienda y sus alrededores naturales en Sudáfrica.