El Mojito es un coctel que tiene su gente. Tiene mucha gente. Es uno de los favoritos en la barra, tanto ellas como ellos lo piden por ese perfecto toque de dulzura y deliciosa mezcla de aires tropicales. Yaremi Greig (29) se parece a esa irresistible bebida: es dulce, posee un carisma tropical, mucha energía y procede de una mezcla única (su padre llegó de las islas caribeñas y su mamá es de Santiago de Veraguas).


Esta mixóloga es una ganadora triple de competencias ocurridas durante este año. Primero, del Mojito Fest que organiza Bacardi, en el que convocan a bartenders de Panamá, de los cuales quedan 10 finalistas elegidos por el público que, por quince días, ha ido a los locales de estos mixólogos a probar sus creaciones. “Ponen sus ingredientes, su personalidad, su experiencia”, nos cuenta Yaremi quien se emociona al recordar que, en la semi final del Mojito Fest, había dos categorías, mojito original y mojito creativo. En la primera, Yaremi obtuvo el primer lugar y, en la segunda, el segundo lugar. Es decir, ¡por poco y se hace con ambos premios! “La competencia fue en Teatro Amador y fue super emocionante”, comenta esta chica graduada en Mercadeo y Publicidad con énfasis en Gerencia de Ventas.


El gran premio fue un maravilloso viaje a México para conocer la Casa Bacardi donde los llevaron a hacer un tour por la planta donde se fabrica el ron, por los sitios más icónicos de la mixología de la Ciudad de México, bares de alta gama incluidos en la lista de los Fifty Best, “fue una experiencia única, inolvidable”.


El tercer logro lo obtuvo en la reconocida competencia World Class en la que también participó obteniendo el tercer lugar y se convirtió en la primera mujer en alcanzar este escalón.


El Mojito de Yaremi se llama Wacardi, un nombre inspirado por la cultura de los pueblos originarios panameños. Wa en guna significa humo. Lo prepara con ingredientes locales, porque es lo que te va a caracterizar; utiliza coco ahumado, hierba de limón y hierbabuena, “elementos frescos que nos recuerdan a nuestras abuelitas, lo hogareño, te hacen pasar una experiencia”. Dato importante: Lo pueden probar en el restaurante Caliope, ubicado en la terraza del hotel Sortis, en Obarrio.


Yaremi sabe que “la industria de la gastronomía en general está dominada por hombres, pero hay muchas figuras femeninas que han podido avanzar y crecer desde chefs, pasteleros, mixólogos, bartender, barismo”.


“El desafío es llevar el carisma de las mujeres, involucrado con el servicio, crear esa lealtad en el cliente, sumado al conocimiento que tengas, cómo te preparas, investigas, cómo te relacionas con las personas, tienes que ser dinámico, saber un poquito de todo”.


La formación y el aprendizaje continua son sus fortalezas: Ella empezó con cursos básicos (INADHE, Learning for Life), “practiqué, estudié, conociendo sobre el servicio básico en general”. Dentro del medio, confiesa que le gusta “el desarrollo de productos, conocer una etiqueta”. De esta manera, cuenta que desarrolló “una pasión por la mixología, por las bebidas en general, porque mixología no es solo bebidas alcohólicas, sino bebidas sin alcohol, bebidas de infusiones, café”.


Cultivar relaciones, crear una red de contacto, la empatía y las habilidades sociales han sido fundamentales: “Cuando trabajas en el circuito de restaurantes y bares, vas conociendo poco a poco a los gerentes de marcas, a los embajadores, poco a poco a todo el gremio y cuando desarrollas ese tipo de relaciones vas conociendo sobre las marcas, sobre el proceso de cada una y eso te ayuda a llevar una mejor experiencia personalizada a los clientes”.


En definitiva, es una chica con visión: “He invertido en muchos libros, en proyectos, talleres y actividades que te aportan la teoría y que te ayudan a llevarlo a la práctica con referencias”.
En un ambiente masculino, Yaremi Greig ha sabido mantener una distancia de respeto, “es la personalidad lo que te enseña cómo manejarlo”.
Considera que “es importante que las mujeres tengamos ese poder de convencer y el enfoque para poder sentirte segura de ti, de lo que vas a lograr, en qué área te quieres desarrollar para poder dar la cara con firmeza, para que puedas hacer las cosas con convicción”.
“Las mujeres podemos luchar para estar siempre en las primeras posiciones, este no es solo un trabajo de una competencia, es un trabajo que haces cada día, que practicas, te enfocas y, cuando estás en una competencia, lo podrás hacer con mayor seguridad en ti misma, podrás fluir sin miedo, sin improvisaciones, con mucha práctica y esfuerzo”.