Por Maria Cano  Fotografías Federico Galbraith

Amo la Democracia, pero la verdadera, donde se respira libertad, donde se respeta el voto, donde impera la justicia con jueces imparciales.

 

 

Es uno de los comunicadores más reconocidos de Panamá. Su larga trayectoria en la televisión nacional le ha valido un puesto de influencia dentro del ámbito periodístico. Su estilo de presentar la información ha estado marcado por la indignación ante las injusticias porque su objetivo más certero siempre ha sido ayudar a quienes más lo necesitan, a esa parte de la población que generalmente no tiene acceso a las altas tribunas para reclamar sus derechos o denunciar algún atropello.

Este chitreano de 55 años nos cuenta que su niñez “fue como la de cualquier interiorano: sin mayores preocupaciones”. Es el segundo de tres hermanos criados en el seno de un hogar conformado por una educadora y un comerciante. “Dedicaba la mayor parte de mi tiempo al estudio ya que tenía como meta ser alguien en la vida. Fui un niño de casa, obediente y con mucha disciplina. Mi casa siempre fue el centro de estudios con mis compañeros”, destaca este comunicador.

Se graduó de Bachiller en Ciencias en el colegio José Daniel Crespo, al mismo tiempo que practicaba la guitarra, participaba en el coro de la iglesia, pasaba los fines de semana con los abuelos y primos, iba a la playa, al río y a bailes típicos.

A mediados de los años ochenta se traslada a la capital “con el gran sueño de desarrollarme profesionalmente estudiando una carrera universitaria”. El periodismo fue su elección.

Realizó una larga trayectoria profesional en Corporación Medcom, ¿por qué motivos toma la decisión de salir de esta pantalla?
Llegué a RPC Radio en noviembre de 1989 como locutor y operador de cabina a cubrir unas vacaciones de 30 días. Mi trabajo agradó a la gerencia y salí con la promesa de que en enero de 1990 me llamarían a ocupar una vacante en la discoteca de la emisora. En diciembre 18 y 19 me volvieron a llamar para cubrir un turno de 2 días y por cosas del destino se produce esa noche del 19 la invasión militar de Estados Unidos a Panamá, lo que me llenó de tristeza, ya que vino a mi mente todo lo peor frente a todos los sueños que tenía a futuro. Pasaron 5 días y el 25 de diciembre, como regalo de Navidad, fui llamado a trabajar ya que necesitaban activar la emisora y no tenían personal suficiente para este propósito.

Desde esa fecha hasta agosto del 2019 fui colaborador de RPC Radio y Televisión y luego de la fusión de la Corporación Medcom.

Fueron 30 años de trabajo continuo donde tuve la oportunidad de ser periodista de radio y televisión, presentador de programas folclóricos, director encargado de noticias, animador de Señorita Panamá, Esa cabellera blanca, Papá por siempre, presentador de los noticieros de RPC Televisión y Telemetro, Los Niños Primero, Teletón 20-30 y otros proyectos realizados por la empresa en diferentes momentos.Llegó un momento en que sentí la necesidad de hacer un alto en mi vida debido al cansancio que produce madrugar todos los días durante tanto tiempo; sumado al estrés que genera una responsabilidad tan grande de dirigir un noticiero con un alto nivel de audiencia; las presiones características de la profesión y la tensión de estar 24/7 buscando las primicias y las mejores entrevistas para alimentar el noticiero. Un día me dije ‘hasta aquí llego yo’ y si, después de un período sabático, se presenta alguna oportunidad, lo pensaría. Fueron años difíciles en donde el objetivo era mantenernos en el primer lugar dando el todo por el todo. Al momento de mi salida creo que había cumplido con creces la misión.

¿Qué tal es llevar un negocio como un restaurante? ¿Qué es lo que más disfruta de este rol? ¿Y lo que menos?
Estar al frente de mi propio negocio de restaurante es una experiencia extraordinaria. Administrar personal, lidiar con diferentes caracteres, pagar cuentas, pagar planilla, pagar impuestos, hacer compras, revisar precios para lograr la rentabilidad en momentos como estos donde semanalmente nos aumentas los costos de los productos, es un reto interesante que he podido enfrentar gracias al respaldo incondicional de mi esposa que está conmigo hace 25 años apoyándome en todos mis proyectos.

Tengo un buen equipo que también se faja conmigo de manera permanente para brindar a los clientes una buena comida panameña. Lo sacrificado es que muchas veces no hay fines de semana libre, ya que esos son los días de mayor movimiento.

Ahora conduce Sin Rodeos por Omega Stereo, un programa en el que toca temas de actualidad acompañado de un panel, ¿qué ventajas ofrece un medio como la radio?
Sin rodeos es mi realización como periodista. Desde que salí de la Universidad siempre creí en eso que llaman plena libertad de expresión. En este programa me hago acompañar del abogado Cesar Ruiloba y cada día de la semana, de importantes figuras del derecho, de la política, de la sociedad civil y periodistas destacados con quienes comparto esta tribuna sin siquiera preguntarles antes del programa qué piensan acerca de los temas que abordamos. En Sin Rodeos cada quien es libre de expresar su punto de vista sobre cualquier tema, muchas veces incluso adoptan posiciones contrarias a las del director del programa y eso enriquece el espacio. Durante más de un año de estar al aire en Omega a nadie se le niega la oportunidad de expresar su posición.

 

A través de las redes sociales ha seguido escuchando a las personas y denunciando lo que considera son injusticias.
Las redes sociales son esa plataforma de medios donde puedo de manera permanente transmitir información y expresar mi posición sobre los temas que preocupan e interesan a la población. Las redes también me permiten darle la oportunidad a gente que no tiene voz, de ser vista y escuchada por las autoridades que muchas veces hacen oído sordo de los problemas de la comunidad. En las redes encuentro la libertad de ser ese periodista sin limitaciones de ninguna naturaleza, sin línea editorial, sin censura previa, sin ataduras de ninguna naturaleza y es por eso que siempre he defendido el derecho a la libertad que debemos tener todos en nuestras redes.

¿Qué valor tienen las plataformas digitales para alzar la voz frente a las injusticias?
Las plataformas digitales están jugando un papel importantísimo en el mundo de hoy. Es por esta vía que gran número de la población se informa. Los medios tradicionales han tenido que complementar sus espacios informativos con estas plataformas para acoplarse a la realidad actual, ya que, a la hora de los noticieros, ya las noticias han sido publicadas. Los medios digitales denuncian injusticias, hechos de corrupción y muchas otras informaciones que ponen al descubierto cómo se manipulan las cosas, se aprueban leyes, se hacen acuerdos de recámara en detrimento del pueblo panameño. Una labor importante que goza del respaldo de la población y muy necesaria en la democracia.

 

¿Se logran respuestas efectivas a través de las denuncias en redes sociales?
Por supuesto que se han logrado respuestas en muchos casos. Este fin de semana me escribió una familia de Chiriquí para pedirme que los ayudara a conseguir un medio de transporte para trasladar a un familiar que está con cáncer terminal ya que no tenían los recursos para esto. Publicamos el caso en redes y un funcionario de alta jerarquía del gobierno nos llamó para informarnos que atenderían este caso y dos días después cumplieron la promesa. Este es un ejemplo de muchos casos para los que hemos podido conseguir ayuda gracias a las redes sociales.

Lo cierto es que también hay un sector de la población con necesidades urgentes que no cuentan con redes sociales. Como comunicador, ¿qué opina de esto?
Evidentemente todavía en Panamá las redes sociales no tienen el alcance en muchas áreas apartadas donde no hay internet o donde la gente todavía depende de los medios tradicionales como la radio y la televisión para enterarse de las cosas, sin embargo, muchas veces nos enteramos de situaciones en zonas rurales porque alguien toma una foto o un video y lo hace llegar un amigo o familiar que sí tiene redes y así logramos enterarnos de muchos temas.

 

¿Qué es lo más importante que le ha ofrecido el periodismo?
Para mí el periodismo, como decía Gabriel García Márquez, es la mejor profesión del mundo, es mi vida, es mi pasión, es mi vocación. Sigo haciendo periodismo 24 horas al día 7 días a la semana como antes a través de mis redes y mi programa de radio. Siempre he dicho que mientras tenga vida, seguiré ejerciendo el periodismo en defensa de los intereses del pueblo, aunque sea con un megáfono en el parque de Santa Ana. Amo la Democracia, pero la verdadera, donde se respira libertad, donde se respeta el voto, donde impera la justicia con jueces imparciales. Amo esa Democracia sin censura, con transparencia y rendición de cuentas, la democracia de la consulta y de las decisiones correctas en beneficio de la gente y no de 4 bellacos. Amo la Democracia donde todos tengamos los mismos derechos y como dice la constitución sin fueros ni privilegios, donde nadie es superior a nadie.

El otro Álvaro Alvarado que no es público porque mantiene su vida privada de esa manera, ¿cómo es?
Mi vida privada es especial y la cuido como una joya muy valiosa. Siempre he luchado por mantener a mi familia lejos de mi vida pública a pesar de que políticos enfermos que han fracasado en la vida familiar e ignoran el valor de la familia, han tratado de hacernos daño con mentiras y difamaciones. Tengo dos hijos profesionales, un hombre y una mujer, ambos trabajan. Compartimos todo como una familia unida. Mi esposa es mi compañera idónea, mi apoyo incondicional en todos mis proyectos. Siempre le pido a Dios que proteja a mi esposa y mis hijos y que nos guíe, que nos mantenga unidos y protegidos de todo mal. Tenemos por costumbre salir juntos a cenar una vez a la semana, tratamos de aprovechar los momentos que tengamos libres en casa para reír, compartir y cuando podemos viajar al interior o al exterior juntos, lo hacemos.